Frágiles chicas Disney soñando con un príncipe azul, caperucitas aterradas al caminar solas de noche, maniquíes jóvenes, delgadas y blancas, siempre blancas, en permanente pose de "servitud sexual". Y frente a ellas el modelo de masculinidad fuerte y dominante, representado por el lobo feroz, el príncipe valeroso, el aventurero Willy Fog, un habilidoso Mac Giber o un canoso George Clooney, siempre rodeado de mujeres jóvenes.
La artista visual y experta en comunicación y género Yolanda Domínguez protagonizó el martes el acto institucional del Día Internacional de las Mujeres en el Teatre Principal, donde sometió a la audiencia a la experiencia de repasar las imágenes que durante las últimas décadas han configurado el imaginario colectivo, desde los cuentos de Disney hasta la publicidad y las redes sociales.
Domínguez, cuya conferencia llevaba por título ""Ciclos de la vida y publicidad: una mirada de género", hizo una llamada a estar alertas, a tomar conciencia de "la dimensión social de las imágenes" y de como junto al estereotipo, la sumisión femenina y la violencia están hoy más presentes que nunca en los medios. "Las consumimos como glamour, pero hoy esas imágenes contienen más sexo y más violencia. Y estamos tan saturados que nos hemos inmunizado".
La ponente madrileña hizo un amplio repaso de la representación que el cine y la publicidad hacen de la imagen de la mujer, donde a menudo "solo somos cuerpos, se oculta la diversidad femenina". Domínguez fue especialmente dura con los medios de comunicación, a los que acusó de recurrir a los estereotipos para justificar una mejor comprensión de sus mensajes. La artista visual contrapone la libertad de expresión a la "libertad del receptor. Porque se está limitando nuestra libertad de elección".
Domínguez animó a los presentes a denunciar las imágenes que proyectan un estereotipo femenino discriminatorio o directamente denigran a la mujer. La artista inundó las tiendas de Multiópticas de mujeres en lencería contra una campaña de la marca en la que invitaba a un hombre a "tener la sensación de estrenar todas las veces que quieras" mientras entraba en un prostíbulo. La firma retiró el spot y ahora Domínguez anima a "denunciar, pero sobre todo a hacerlo público, que es lo que les hace daño".
También retó a las mujeres a "dejar de ser musas y autorepresentarnos. Ser creadores de imagen". Se puede empezar por los selfies, dijo, donde "tenemos la opción de reforzar el estereotipo o combatirlo".
Con más fuerza que nunca
Junto a Domínguez, presidió el acto institucional del 8M el alcalde Alfredo Vega, acompañado de la concejal de Políticas de Género Gracia García y los portavoces municipales. La celebración, que contó con la actriz Rosa Boladeras como maestra de ceremonias, incluyó la actuación de la pianista Clara Peya y la bailarina Ariadna Peya. "Les impunxibles" se sumaron al alegato feminista con un precioso y evocador número de danza y piano.
En la clausura del acto, el alcalde afirmó que "vivimos en una sociedad llena de desigualdades e injusticias que no siempre tienen que ver con el género", aunque en cualquier situación injusta "ser mujer siempre es peor que ser hombre". Se ha avanzado en igualdad, pero "no hemos alcanzado los objetivos", afirmó Vega, para quien este año el 8M "no puede ser un ritual políticamente correcto". Las agresiones sexuales, la brecha salarial y la lista imparable de mujeres muertas a manos de sus parejas claman por que hoy el 8M tenga "una mayor carga reivindicativa. Toca decir basta con más fuerza que nunca", afirmó el alcalde.
El Ayuntamiento de Terrassa celebró este año el Día Internacional de las Mujeres el 6 de marzo para facilitar la participación en la huelga feminista y en las concentraciones convocadas hoy. Durante el acto en el Teatre Principal se procedió también a la entrega del premio al cartel ganador del 8M, obra de Belén Bach Serra. Reproduce a varias mujeres subiendo una escalera, una metáfora sobre los obstáculos y la determinación con la que ellas los superan.
En el turno de palabras, el público preguntó a la ponente Yolanda Domínguez sobre el polémico cartel de Carnestoltes, que la experta en comunicación visual criticó duramente por utilizar el cuerpo femenino "como reclamo".
La artista madrileña cuestionó que la propuesta ganadora "pasara tantos filtros y nadie detectara nada", tachó el cartel de "desafortunado" y de "despropósito" la decisión de la organizadora "Mascarada" de mantenerlo, cubierto por el término "censura". "Es una rabieta de niño pequeño. Cuando e hacen una crítica debes asumirla".