Fue una ocupación, sí, pero no una ocupación al uso, consecuencia de una entrada ilegal en una vivienda deshabitada. Fue la ocupación de una casa en la que sí vivía alguien; alguien que en aquellos momentos estaba ausente. Ese alguien era el exmarido de una de las personas ocupantes. Por eso la mujer y un hombre, ambos de nacionalidad rumana, están acusados no de usurpación, sino de un delito de allanamiento de morada. El fiscal pide que sean condenados a dos años de prisión y un jurado decidirá si son o no los autores.
El domicilio está ubicado en los bajos de un edificio del barrio de Can Palet. No se sabe cuándo entraron allí los presuntos allanadores, pero fue antes del 14 de octubre del 2016, cuando se descubrió el pastel, se presume. El Ministerio Fiscal cuenta que los ocupantes, una mujer y un hombre, de nacionalidad rumana ambos, se introdujeron en el domicilio.
Ella aún tenía las llaves
No debieron forzar ningún acceso: utilizaron para entrar las llaves que la mujer poseía por haber estado casada con el titular del piso.
La pareja ya había roto, pero la exesposa aún disponía de las llaves de la que fuera vivienda conyugal. Y como las tenía, las usó. Los acusados entraron en el hogar del ex de ella aprovechando que el dueño y su familia se habían marchado de vacaciones. Entraron y tomaron posesión del piso, según se desprende del escrito de acusación. Allí vivieron, "en contra de la voluntad de su titular", hasta el 10 de julio del 2017. O sea, un mínimo de nueve meses duró aquello.
Los hechos constituyen un delito de allanamiento de morada previsto y penado en el artículo 202.1 del Código Penal, según la calificación del Ministerio Público, que reclama a la Audiencia Provincial la imposición de sendas penas de dos años de prisión y el pago de las costas a medias.
El juicio, en principio, lo dirimirá un tribunal del jurado a partir del próximo lunes. El fiscal ha solicitado que presten declaración en la sala de vistas la víctima, su compañera sentimental (que también habitaba la vivienda) y un amigo que custodiaba el domicilio cuando la familia se marchó de vacaciones. Cuando perdió el uso de su hogar por estar ausente.