Hace poco más de un año, un individuo fue detenido por robar en un coche estacionado en el paseo del Vint-i-dos de Juliol. Lo pillaron unos policías dentro del turismo, aunque él aseguró que sólo había entrado en el vehículo para dormir. El sospechoso ha sido condenado a nueve meses y un día de prisión y a pagar 658,53 euros al dueño del automóvil por los daños causados.
Eran las 11.30 de la noche del 10 de enero del 2017. El vehículo estaba aparcado junto al número 796 del paseo del Vint-i-dos de Juliol. El acusado rompió un vidrio del coche y se introdujo en el vehículo. Desmontó, al parecer, un altavoz para sustraerlo, pero no logró ningún botín porque intervinieron dos agentes de la Policía Municipal.
Sorprendido
Los guardias sorprendieron al ladrón dentro del turismo, según retifica la sentencia de la Audiencia Provincial que ha confirmado otra del juzgado de lo penal 3. El coche presentaba otros desperfectos, además del vidrio hecho trizas: tenía daños en el retrovisor interior. El procesado era reincidente, pues había sido condenado en abril del 2015 por un robo con violencia, y por esa circunstancia agravante, por la reincidencia, la pena fue de nueve meses y un día de prisión por un delito de robo con fuerza en grado de tentativa.
La Audiencia asienta su fallo en las declaraciones de los dos policías. Los daños del coche, dice, no son compatibles con la intención de entrar en el turismo "para intentar dormir". Los agentes, además, le confiscaron un destornillador.
