Quien busque la velocidad, que se ampare en otra prueba. "Si quieres ir rápido ve solo, si quieres llegar lejos ve acompañado", recuerda la organización de Uniraid. Porque Uniraid no es un rally, al menos no un rally convencional. "No es una competición para ver quién llega antes", dicen Santi y David Trujillo, Marta Isern y Marc Segovia, los componentes de dos equipos de la comarca que participan este año en esta aventura de dunas y retos con coches con más de veinte años de vida. Los equipos cruzan Marruecos para transportar material solidario y deben superar pruebas de estrategia y habilidad propuestas por la organización.
Ya están allí, en el país magrebí, donde hoy empieza la aventura concebida para estudiantes con edades comprendidas entre los 18 y los 28 años. Arranca en el Norte de Marruecos y acaba en el Sur. Lo importante es "el reto de completar un rally de siete etapas y más de 2.500 kilómetros por pistas, montañas, desierto… con poca ayuda más que un libro de ruta", explican los jóvenes. Un libro, en estos tiempos. No tienen GPS, remarcan. Sólo el libro, un mapa y una brújula. David y su hermano Santi son de Matadepera, como Marta Isern. Marc Segovia es barcelonés.
Uniraid llega este año a su séptima edición afianzado como un acontecimiento que trasciende el concepto de aventura. También se trata de un acto de formación: los equipos (este año participan unos 140) deben elaborar un plan de empresa, buscar patrocinadores y controlar la contabilidad, y deben probarse a sí mismos: su esfuerzo, su sacrificio, su capacidad de empeño colectivo. El trabajo, pues, se inicia "mucho antes de llegar a las dunas del Sáhara".
El objetivo, el propósito humanitario último, es repartir un mínimo de treinta kilos (por equipo) de material solidario en pueblos aislados, primera piedra de proyectos de mayor alcance. Los participantes, después, pondrán en marcha proyectos de cooperación, sobre todo destinados a la mejora del acceso al agua y la electricidad. Santi Trujillo Roldán, su hermano David, Marta Isern Capella y Marc Segovia Casanovas, todos estudiantes del grado de administración y dirección de empresas en ESADE, han creado dos equipos: Santi y Marta (ambos de 19 años) integran el Black Mamba; David (20) y Marc (19) forman el Team DTMS. Los primeros conducen un Nissan Micra. Los segundos, un Peugeot 205.
Atrás han quedado las tensiones de los preparativos, la búsqueda de patrocinadores, los nervios. Hoy, pasado el Estrecho, se abre en Tánger la aventura solidaria y formativa, el polvo, el viento, la incertidumbre a través del Atlas hacia el desierto de Erg Chebbi.