El día de ayer en Terrassa fue calificado de "histórico" por el Moviment per les Pensions Dignes. Miles de personas -tres mil, según la Policía Municipal- participaron en la manifestación para reclamar una subida de la pensión justa, de acuerdo con el coste de la vida, y rechazar de pleno el 0,25 por ciento que el Gobierno aplica en los últimos años.
El llamamiento hecho por la plataforma a nivel local sorprendió a propios y extraños por la gente que acudió y que fue de toda condición. La marcha partió, con puntualidad inglesa, a las once de la mañana del Mercat de la Independència y recorrió la Rambla, Portal de Sant Roc, Major, Unió y hasta el Raval.
La cabecera visualizó una pancarta de Marea Pensionista -organización que convocaba la protesta en todo el Estado español y que fue apoyada por 92 municipios – y seguida de otra del Moviment per les Pensions Dignes A lo largo del recorrido, jubilados y pensionistas silbaron y corearon diversas consignas, algunas de las cuales muy repetidas como "Menos ladrones, más pensiones", "Queremos pensiones dignas" y "El pueblo unido, jamás será vencido". También había algún cartel reivindicativo que rezaba lemas como "Las pensiones no peligrarían si los corruptos devolvieran lo que han robado al pueblo" y "No puede ser que un trabajador gane al año lo mismo que un político al mes".
Reivindicaciones
Frente al Ayuntamiento, los organizadores tuvieron que pedir a los participantes que se fueran desplazando hasta las calles de Cremat y Gavatxons para dar entrada a todas las personas que aún estaban en la calle de la Unió. En el Raval, representantes del movimiento, de Marea Pensionista, Iaioflautes y de la sectorial de pensionistes de la ANC, tiraron a una papelera varias cartas en las que el Gobierno de Rajoy comunica la subida anual. Estas misivas debían quemarse pero horas antes de la manifestación se optó por un acto "simbólico" más sostenible. A continuación, miembros de cada organización dedicaron unas palabras y leyeron el manifiesto que horas después dieron a conocer en el pleno.
Este documento aboga por derogar la ley de reforma de las pensiones y garantizar la sostenibilidad del sistema; derogar la reforma laboral porque esta "perjudica" las retribuciones; fijar una pensión mínima de mil euros mensuales, recuperar el poder adquisitivo y derogar del IRPF directo sobre las retribuciones, ya que "no son rendimientos del trabajo sino una ganancia por haber trabajado".
Tras la protesta en la calle llegó la hora del balance por parte del Moviment per les Pensions Dignes, cuyos portavoces no pudieron esconder su satisfacción al tiempo que su emoción por el respaldado que había dado el colectivo. Manuel Tórtola, de Marea Pensionista, lanzó dos mensajes. "Hemos salido a la calle en defensa de un sistema público de pensiones y para que sean dignas. No queremos una subida "pírrica" del 0,25 por ciento que nos aplica el Gobierno en los últimos años. Los pensionistas estamos perdiendo poder adquisitivo y ya no lo vamos a recuperar".
José Luís Charles, de Iaioflautes, agregó que " el día de hoy -ayer para el lector- es histórico. Es una movilización que ya tocaba". Pepe Ruiz, de la sectorial de pensionistas de la ANC, se mostró también orgulloso de "la respuesta que han dado los pensionistas de Terrassa" y se mostró confiado en que "la protesta ejerza presión sobre el Gobierno de Rajoy para que recapacite sobre su política de pensiones y seguridad social".
Los portavoces quisieron añadir que su malestar e indignación va más allá, en tanto que rechazan de pleno los movimientos que está haciendo el Gobierno de los populares. Al respecto, Manel Tórtola, de Marea Pensionista, constató que "el objetivo de la ministra Fàtima Báñez es reformar el sistema para fomentar las pensiones privadas al igual que la sanidad privada; o sea hundir el modelo de cobertura social tradicional que tanto nos ha costado". Ruiz, de la ANC, se sumó a este sentir incierto. "Hay que tener en cuenta que un treinta por ciento de las familias del estado dependen de la pensión de los padres. Esta no es una lucha de presente sino también de futuro. ¿Qué pasará con nuestros hijos y con nuestros nietos", se preguntó. La manifestación de ayer tiene como precedente un arduo trabajo de sensibilidad en equipamientos cívicos llevado a cabo por colectivos como Iaioflautes -uno de los más conocidos- y Marea Pensionista. Tras la incorporación de la sectorial de la ACN y constituidos como Moviment per les Pensions Dignes, acordaron ir cada lunes de primero de mes, a las once de la mañana, al Raval. Ayer confirmaron que volverán el lunes 5 de marzo.