E.V.A es, en términos médicos, la escala que sirve para medir el dolor de un paciente. Y es también el título de la nueva obra de T de Teatre con la que celebran 25 años sobre el escenario. "E.V.A." se representó el domingo en el Teatre Principal y lo hizo con el éxito esperado. T de Teatre volvió a llenar la sala, derrochó energía, humor (más contenido) e imaginación y se metió al público en el bolsillo.
"E.V.A." cuenta la historia de cuatro mujeres que se conocieron en la juventud, en el instituto, y que se reencuentran en la madurez. Son Àgata, actriz; Paloma, anestesista Lola, agente inmobiliaria y Clara, maestra. La obra nos presenta a las cuatro mujeres por separado hasta que las une por un hecho concreto que es prudente no desvelar.
A partir de las presentaciones, conocemos las frustraciones y deseos de cada una de ellas. Àgata, actriz, está a punto de estrenar una obra musical y teme por voz porque no está en su mejor momento; Paloma es una reconocida anestesista que en el campo profesional se mueve como pez en el agua, pero en el terreno personal arrastra problemas que le impiden una relación personal normal; Lola es una comercial que lleva cómo puede la conciliación laboral y familiar; y Clara, maestra y madre soltera, no sabe cómo afrontar el hecho de que su hija se independice.
El recorrido por este paisaje en femenino nos sitúa a cada una de ellas en un momento de su vida y en una situación concreta. Àgata tiene que acudir a la residencia donde está ingresada su madre porque esta se ha escapado; Paloma viaja a Estocolmo para participar en un congreso; Lola gestiona una venta inmobiliaria y Clara se dispone a reorganizar su espacio tras la marcha de su hija. De cada una de ellas sabremos de su momento vital a través del diálogo que mantienen con una segunda persona que, habitualmente, es un hombre, que da la répica y aporta su punto de vista.
"E.V.A." nos llegó como un pequeño cóctel de la vida cotidiana. Decimos cóctel porque las cuatro mujeres nos comunican su estado de ánimo que transita, como el de cualquier ser humano, por altibjaos. Hay esperanza y felicidad pero también frustración y tristeza. La mayoría de estas mujeres, no obstante, recurren al humor, a la ironía, para relativizar su dolor del alma y salir adelante.
Ingenio
En este sentido, hay pasajes de la obra que son ingeniosos, casi surrealistas, especialmente los interpretados por Àgata y el trabajador de la residencia geriátrica, y Clara y el maestro japonés en casa de la primera. También son jugosas las conversaciones de Paloma y su amigo sueco, y las de Lola y su cliente inmobiliario, aunque estos últimos quizás son más convencionales y menos sorpresivos.
T de Teatre tiene 25 años de experiencia acreditada por lo que actrices y actores defienden su personaje con mucha naturalidad, de modo que nos resultan muy próximos y familiares. En esta obra vuelven a demostrar que una simple anécdota puede ser un hecho trascendental. Todo el elenco protagonista sabe darle a su personaje un amplio registro de matices. Esta obra es más dramática que otras representadas. Hay dolor pero, afortunadamente, es emocional y cuando aflora, sana.
"E.V.A."
