Terrassa

Poesía efímera para todos los públicos

De entrada, puede asombrar que mantener más de una hora de espectáculo basándose únicamente en hacer y deshacer unas pompas de jabón, como lleva haciendo Pep Bou desde hace más de tres décadas, puede correr el riesgo de convertirse en un ejercicio desgastado y carente de interés. Sin embargo -y así lo anticipaban los numerosos premios que ha logrado este espectáculo- las posibilidades de este arte parecen infinitas, especialmente una vez alcanzada la perfección técnica a la hora de crear formas con el agua y el jabón.

Dos actores, Eduardo Telletxea y el egarense Agustí Sanllehí ejercen en esta puesta en escena de hacedores de pompas y no sólo eso, sino también de mimos, de malabaristas, de acróbatas visuales y casi casi de alquimistas, elaborando en escena complicadas y evocadoras filigranas completamente efímeras, puestas al servicio del asombro, del entretenimiento y, por qué no, de la emoción de un público muy variado.

El espectáculo comienza con el teatro por completo a oscuras y los actores llegando por la misma entrada reservada para el público, portando dos linternas. Una vez subidos al escenario se hace visible una escenografía sencilla, con un biombo transparente como principal elemento, pero adecuada para acoger la retahíla creativa de formas que inundan todo el relato.

No parece haber argumento sino el encuentro de dos seres que compiten a la hora de elaborar estos elementos efímeros buscando la belleza, al servicio de la estética pero también invadidos por el sentido del humor y por una cierta irreverencia. El espectáculo es prácticamente mudo y su ritmo lo marcan las variadas músicas (de música clásica, jazz e incluso electrónica) que marcan el inicio y el final de cada una de las partes del espectáculo, como si de coreografías se tratase.

Formas variadas
Las pompas se presentan en diferentes formas: enormes, pequeñas, perfectamente redondas, en series uniformes, desiguales… Se realizan con tubos, iluminadas por focos de colores, con el láser, o se elaboran con aros… Dentro de las burbujas se colocan objetos, como un tren de juguete en marcha o un pececillo (simulando la burbuja una pecera), o se rellenan de vapor, ganando las pompas solidez y dando pie, por ejemplo, a una de las escenas que más gusta a los más pequeños: una carrera de burbujas en una suerte de tobogán de tela que parte del biombo.

Lo que más costó, precisamente, a la gran representación de infantes presentes en la sala fue quedarse quietos en la silla y no ir a jugar con las pompas, como sí pudieron hacer, brevemente, al final de la representación. Con todo, rieron con ganas durante todo el espectáculo y se dejaron cautivar con una propuesta tan bella como encantadora.

Clinc! 

Creación y dirección: Pep Bou. Interpretación: Eduardo Telletxea y Agustí Sanllehí. Movimiento: Marta Carrasco. Escenografía: Castells Planas de Cardedeu. Domingo,  18 de febrero. Centre Cultural Terrassa.
 
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