Son cuatro los socios fundadores de UsMIMA. Uno es una mujer. Immaculada Herrero, doctora en Ciencias Biológicas por la Universitat de Barcelona, se lanzó en noviembre del 2014 a la cofundación de una empresa de innovación en salud que ha desarrollado el Mowoot. Es, pues, científica y emprendedora y se le nota el entusiasmo desbordante al hablar de este proyecto de cinturón de masaje contra el estreñimiento crónico. UsMIMA ha elegido Terrassa para su ensayo clínico del Mowoot. Herrero es la responsable de los estudios y la evaluación clínica.
¿Por qué eligieron el hospital universitario Mútua Terrassa y el Consorci Sanitari?
Por varias razones. Entre otras, por las dimensiones de los hospitales, no muy grandes pero sí de medida ideal para tener una población suficiente y al mismo tiempo manejable. Y por su calidad, que induce a la confianza. Y porque cuentan con personal experimentado y con ganas de colaborar en el proyecto.
¿De cuántos dispositivos dispondrá cada centro y cuánto tiempo durará el estudio?
Cada hospital participante cuenta con una veintena de dispositivos y los usará con unos treinta pacientes. Y el periodo de estudio en cada paciente será de unos dos meses. El objetivo es que el ensayo clínico acabe antes del fin del 2018.
¿Y expirado ese tiempo ya podrá comercializarse el Mowoot?
De hecho, ya podemos vender los dispositivos, pero queremos que los médicos conozcan el Mowoot y la mejor manera de darlo a conocer es demostrando que funciona. Para ello publicaremos los resultados del estudio con datos objetivos.
¿Cómo nació el proyecto?
Los cuatro fundadores nos conocimos en el 2013 durante un programa pionero de innovación en el ámbito hospitalario de la Universitat de Barcelona. La mirada era distinta a la habitual: no se trataba de crear un producto sino de observar las necesidades existentes y extraer conclusiones. Realizamos una inmersión clínica en el Instituto Guttmann.
¿En qué consistió tal inmersión?
En la observación de que hablaba antes. Detectamos más de seiscientas necesidades tanto en pacientes como en profesionales. Filtramos esos resultados y concluimos que lo que más preocupaba a aquellas personas en su calidad de vida era el estreñimiento crónico.
Y se pusieron en marcha.
Sí. Los masajes manuales son la mejor solución, pero conllevan contratiempos: se deben realizar a diario, a la misma hora, a la misma secuencia y con la misma fuerza… Y no siempre es posible. Entonces pensamos en fabricar un cinturón. Con la colaboración del Instituto Guttmann tradujimos en algoritmos el patrón de masaje.