El gobierno municipal lleva al pleno de febrero el Pla Municipal del Servei Bibliotecari de Terrassa. Se trata de la hoja de ruta que transformará la actual red de bibliotecas públicas, pasando de la información al conocimiento y apostando por un modelo más próximo al territorio, en el que la población colaborará en la mejora de las prestaciones bibiotecarias y en la creación de nuevos servicios.
Son los principios que inspiran el nuevo Pla de Biblioteques, que tras analizar la situación de la red pública y la evolución de la demanda, fija tres actuaciones prioritarias: ampliar la BCT, que ganará 800 metros de superficie; trasladar la bd5 de las instalaciones deportivas de la calle de Valuntaris Olímpics a un local propio; e implantar un servicio de bibliobus que acerque los libros a las zonas más alejadas de la red de bibliotecas, siguiendo el modelo finlandés, que combina los espacios de lectura con áreas multimedia, de aprendizaje y de actividades comunitarias y multigeneracionales. "No está incorporado al plan -explica Amadeu Aguado, concejal de Cultura-, pero en el momento en que se constituya el Distrito 7 , en la zona de Can Parellada y Les Fonts, abordaremos también el proyecto de la bibioteca del nuevo sector".
Dos décadas después
La ampliación de la BCT es el proyecto de mayor envergadura del plan, que da el relevo al Pla de Biblioteques de 1998. Hace 20 años, ese documento sentó las bases del despliegue del actual mapa de bibliotecas, que arrancó en 1989 con el estreno de la BCT y culminó en 2011 con la apertura de la bd3.
Transcurridas dos décadas, la red local presenta algunos déficits respecto a los valores de los Stantards de la Biblioteca Pública de Catalunya, especialmente en materia de superficie de los equipamientos. La BCT es una de las más deficitarias, pese a ser el equipamiento cabecera de la red y el más utilizado, con 314 mil visitas anuales.
La propuesta de ampliación pasa por dotar al equipamiento de 800 metros cuadrados más de superficie, 300 en el sótano y 500 en la zona de vestíbulo. El objetivo es habilitar zonas de almacén en la planta inferior, en un espacio ahora por construir. La obra liberará el actual almacén, que podría dedicarse a espacios polivalentes, salas de trabajo en grupo, de reuniones o aulas de estudio.
El equipamiento incorporaría radiofrecuencia (pensada para automatizar la gestión del servicio de préstamo y el control de seguridad) y un buzón de retorno automatizado. Las mejoras incluyen la actualización del aula de informática y la compra de tabletas y portátiles.
Por lo que respecta a la biblioteca del distrito 5, la que actualmente presenta mayor déficit de recursos, está previsto su traslado a un local propio de unos 1.275 metros cuadrado, donde podría albergar un fondo documental de 28.500 documentos y 33 ordenadores de uso público, 10 de ellos para formación.
Hoy la bd5 se encuentra en el interior de unas instalaciones deportivas, lo que le resta visibilidad y reconocimiento como equipamiento cultural. Una vez trasladada a dependencias propias, prestará un servicio de 35 horas semanales y contará con un equipo formado por un director bibliotecario, un bibliotecario, 3 técnicos auxiliares y un ayudante se servicios, 3 profesionales más de los que dispone en la actualidad.
El nuevo Pla de Biblioteques constata que las existentes dan cobertura al 85% de la población egarense, que cuenta con un equipamiento cerca de su domicilio. El estudio detecta tres zonas con concentración de población que no disponen de una biblioteca cerca: Les Arenes, La Gripia y Can Montllor en el distrito 6; Can Parellada y Les Fonts en el distrito 3, junto a Can Palet de Vista Alegre, Vista Elegre y Les Martines en el distrito 4; y Torre-Sana, Vilardell y parte de Montserrat en el distrito 2.
Para cubrir esos déficits el plan propone dos alternativas. La primera pasa por la puesta en marcha de un servicio de bibliobús con paradas en las distintas zonas. En esos puntos estaría garantizada la accesibilidad, la conexión a internet y a la red eléctrica. Sería preferiblemente en equipamientos y sedes de entidades aliadas, donde se podrían prestar servicios complementarios, instalar buzones de retorno y puntos de recogida de documentos permanente.
El bibliobus ampliaría con mucho el servicio que prestan las bibliotecas estáticas. El plan sugiere acciones de dinamización, formación, funcionamientos temáticos (música, tecnología, dinamización de la lectura) y se inspira en el modelo finlandes de servicio móvil multiactividad.
Multimedia
El bibliobus finés es un servicio multimedia que acoge actividades de música, formación, gimnasia para gente mayor, cine, etc.
Como alternativa al bibliobus, se sugiere abrir puntos de acceso en equipamientos estables como escuelas o casales. el modelo está basado en un servicio de préstamo interbiblioecario de frecuencia alta y actividades. Esta propuesta es más cara ya que requiere de local y dotación estable, así como un responsable de la apertura y el cierre del servicio.