Terrassa

Autopréstamo, comunidades de intercambio…

En las dos últimas décadas ha cambiado el acercamiento de la ciudadanía al uso de los servicios, ha habido cambios demográficos, tecnológicos y se han generado nuevas necesidades que plantean la necesidad de un nuevo modelo de biblioteca. El Pla de Biblioteques que el jueves votará el pleno analiza la realidad sociológica de la ciudad y apunta que la población envejece, un 13% de inmigrantes presentan necesidades de aprendizaje y , con un 17% de paro, urgen iniciativas que cohesionen la diversidad. Las bibliotecas, sostiene, están dispuestas a ejercer un papel crucial en la construcción de ciudadanía.

El nuevo modelo contempla la instalación de radiofrecuencia-RFID, que permite la transmisión de datos por ondas de radio. Está pensada para automatizar la gestión de préstamo mediante la lectura de los chips instalados en libros y documentos. La tecnología RFID permite lectura de comentos más rápidas, control de seguridad más fiable y mayor autonomía y privacidad para el usuario porque permite el autoservicio.

Fin al "no se puede hacer"
El modelo incluye acceso a los servicios a través del móvil, el impulso de nuevos servicios a partir de las necesidades del entorno de la biblioteca, de comunidades que intercambien conocimiento y sugieran nuevos contenidos. También plantea un reglamento más flexible que ponga fin al "no se puede hacer " aplicado al comer, beber o hablar por teléfono.

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