Los principales ayuntamientos del área metropolitana, liderados por Barcelona, constituyeron ayer la asamblea de la Associació de Municipis i Entitats per a l’Aigua Pública (AMAP), una plataforma sin ánimo de lucro que nace para promocionar la gestión íntegramente pública del agua, así como dar apoyo a los ayuntamientos que quieran encaminarse hacia ese modelo de gestión. También para incidir en las políticas públicas relativas a la gestión pública del agua.
La asamblea constituyente tuvo lugar ayer en el Ayuntamiento de Barcelona, donde se dieron cita representantes de la Ciudad Condal, Badalona, Cerdanyola, Sabadell, El Prat y Santa Coloma, así como Terrassa, en este momento ciudad referente por su proceso de municipalización. Durante el acto se procedió a la constitución de la asamblea general de la entidad y la comisión ejecutiva, presidida por Barcelona y en la que Terrassa asume la tesorería. También se aprobó la incorporación de nuevos integrantes, como las empresas públicas Aigües del Prat y Barcelona Cicle de l’Aigüa y la Associació Catalana d’Enginyeria sense Fronteres.
Marc Armengol, teniente de alcalde de Territorio y Sostenibilidad y concejal del Agua en Terrassa, será el representante de la ciudad en el nuevo lobby municipalista, donde asume la tesorería. Como suplente, contará con el portavoz del grupo municipal de Terrassa en Comú, Xavi Matilla.
"Esperamos que la finalidad de la AMAP nos apoye en nuestro proyecto de gestión pública del agua en Terrassa. Todo el soporte de los municipios será bienvenido", explicaba ayer Armengol. El concejal pone el acento en la difusión de la viabilidad del modelo público de gestión del agua "a aquellos municipios que sólo contemplan la gestión indirecta" y ampliar la base de la plataforma con nuevos actores.
Para Eloi Badia, concejal de Presidencia, Agua y Energía del Ayuntamiento de Barcelona, "la ola de la gestión pública ha llegado para quedarse". El político explicó ayer que los siete municipios que integran la AMAP suman 2,5 millones de habitantes, uno de cada tres catalanes. Es precisamente la población, dijo, la que reclama un cambio de modelo para que los beneficios del agua dejen de ser para los accionistas y reviertan en un mejor servicio y unas tarifas más justas.
Al margen de El Prat, que gestiona públicamente el agua desde hace años, Terrassa es la única ciudad de la plataforma con un proceso de municipalización de la gestión en marcha, tras 75 años de concesión privada en la ciudad. El pleno aprobó en septiembre de 2017 el cambio de modelo y en este momento se trabaja la puesta en marcha de la empresa pública.