El exalcalde Jordi Ballart fue ayer uno de los ponentes de las Jornades Culturals de la Escola Tecnos, donde compartió charla y coloquio con un grupo de 28 alumnos de 2º ciclo de la ESO y de bachillerato y con sus profesores, entre estos Antoni Perarnau. Tras explicar, de modo breve, su trayectoria y experiencia al frente de la alcaldía, Ballart, que reapareció por primer vez en público tras su dimisión, se sometió a las preguntas de los estudiantes que fueron numerosas y que muchas de ellas se centraron en la actualidad política catalana, como la suspensión de la investidura para elegir al nuevo presidente de la Generalitat.
El ex alcalde lamentó que la formación del nuevo Govern, se halle en "un punto muerto" y consideró que "este escollo se salvaría si los políticos fueran más generosos". En este sentido, Ballart admitió que el bloque independentista ha ganado las elecciones pero le reprochó que "si su candidato, Carles Puigdemont, no puede ser presidente, este debería dar un paso al lado y facilitar el camino porque Catalunya necesita ahora es constituir un gobierno, que sea fuerte, y acabar con el 155 del Gobierno de Rajoy".
A la pregunta de quién le gustaría que fuese presidente de la Generalitat, reveló que en las elecciones del pasado 21-D votó en blanco y que no tiene un candidato favorable. Sí citó a quién descartaba y pronunció el nombre de Inés Arrimadas, de Ciutadans, para añadir que "lo único que sé es que el nuevo presidente debe ser un político que pise las calles de Catalunya y no las de Bruselas".
Para Ballart, el país ha entrado en un callejón sin salida de la que son responsables los partidos políticos. "Hay que ser generosos -insistió- y poner por delante los intereses de la ciudadanía. Si continuamos con objetivos partidistas y defendiendo la candidatura de Puigdemont no avanzaremos porque el Tribunal Constitucional no contempla su situación". En este contexto pronosticó que "lo más es seguro es que Puigdemont recapacite y abandone su objetivo".
Los alumnos también quisieron saber su punto de vista sobre cómo está actuando el Gobierno de Rajoy. Ballart , como ya había avanzado cuando dimitió, reiteró que "el Gobierno de los populares se ha excedido. No tienen ganas de buscar una solución al conflicto catalán porque ya les va bien así. Tienen un grave problema de corrupción y el tema catalán les sirve para tapar todo lo que les sucede y arrancar votos". Pero indicó que "ahora el PP lo tiene más difícil en tanto que le ha salido un fuerte competidor que es Ciudadanos, cuyo discurso es aún más anticatalanista y esto hará ganar a los independentistas". Ballart se mostró firme en la necesidad de convocar un referéndum para averiguar cuál es la voluntad del pueblo catalán. "Es lo más sensato. No entiendo cómo esta alternativa no se ha planteado en serio y se ha llevado a cabo porque es la única solución". A la pregunta de otro estudiante de cuándo cree que esto será posible, respondió que "será factible cuando PP y Ciudadanos pierdan fuerza", algo que en un escenario muy próximo parece que no va a pasar. En la charla-coloquio con los alumnos de Tecnos, que duró unos noventa minutos, también hubo tiempo para algunas cuestiones más personales y locales. Quisieron saber sobre su dimisión, de la que Ballart argumentó que fue por discrepancias con su partido (PSOE-PSC) con respecto al "procés" y a la municipalización del agua. Este último tema, si acaso parecía aún más importante, cuando confesó que "no tuve el apoyo del partido. Me hicieron la vida imposible".
De la ciudad al campo
Y es que una cosa, tal como se sinceró, es la política que se cuenta y otra la que no se cuenta. "En los despachos hay posturas consensuadas pero fuera de ellos ya no y es que el partido y el personalismo pesa mucho". Y volvió implícitamente a esa palabra, a la generosidad, que tanto pronunció en el aula y que el intentó ejercitarla durante su mandato como alcalde. "Hay buscar el diálogo y el consenso porque los intereses de la ciudadanía son contrapuestos".
De su experiencia como alcalde, citó que lo más difícil, en los tiempos de crisis que le tocó lidiar, fue el problema de la vivienda social y los desalojos por falta de impago, y de los temas pendientes enumeró la nueva empresa del agua, las reformas en La Maurina y Ca N’ Anglada y las rieras.
Ballart avanzó que no se ha retirado de la política -"la política se hace desde muchos frentes"- pero que en su nueva etapa ha estrenado actividades. Contó que trabaja tres días a la semana en una cooperativa agrícola de Tarragona. "No sé si la tierra me dará suficiente y si la payesía es mi futuro. Lo único que sé es que me siento liberado", se sinceró.