El Hospital Universitari Mútua Terrassa ha incorporado la cirugía de tiroides sin cicatriz a su catálogo quirúrgico. La técnica, mediante laparoscopia, pone fin a las habituales cicatrices en el cuello mediante una cirugía mínimamente invasiva y segura que agiliza la recuperación del paciente, disminuye el dolor post operatorio y sobre todo elimina la cicatriz cervical.
Mientras la técnica tradicional realiza una incisión de entre 2 y 5 centímetros en el cuello, con el procedimiento endoscópico las incisiones quedan prácticamente ocultas. “Realizamos tres pequeñas punciones de entre un centímetro y un centímetros y medio, dos por la axila y una tercera por la areola o pezón”, explica la doctora Itziar Larrañaga, coordinadora de la unidad de Cirugía Endocrina de MútuaTerrassa. Mediante la introducción de tres trócares laparoscópicos, se insufla C02 para crear un pequeño túnel que abre paso hasta el cuello. “Con esta técnica podemos trabajar en la glándula tiroidea a través de los músculos del cuello con la misma eficacia y precisión como si lo hiciéramos mediante la incisión en el cuello”.
La cirugía de tiroides sin cicatriz está indicada sólo para pacientes con bocios, nódulos o tumores inferiores a los 4 centímetros. Son “entre un 15 y un 20 por ciento de los pacientes endocrinos que requieren cirugía”, explica la doctora Salvadora Delgado, jefe de Cirugía de Mútua. El hospital universitario programa un centenar de operaciones endocrinas al año, veinte de las cuales podrían realizarse mediante tiroidectomía endoscópica por vía axilar-mamaria.
El lunes, la unidad de Cirugía Endocrina y el Servicio de Cirugía General de Mútua impartieron un curso de formación sobre la nueva técnica a la que asistieron cerca de cincuenta especialistas de toda España. También el portugués Jaime Vilaça (Hospital da Luz d’Oporto), uno de los cirujanos con mayor experiencia en este ámbito. El hospital terrassense, que prácticó sus primeras dos cirugías sin cicatriz este mismo lunes, aspira a convertirse en centro de referencia.
Origen asiático
La tiroidectomía endoscópica axilar-mamaria se aplica desde hace años en los países asiáticos, donde la prevalencia de patologías tiroideas es más alevada y la cicatriz está estigmatizada socialmente. En Europa, la técnica sin cicatriz no está introducida sistemáticamente en la cirugía pública, como lo están la digestiva o mamaria.
Los pacientes reclaman cada vez más abordajes poco agresivos. “Es habitual que los pacientes jóvenes y especialmente las mujeres pidan cirugía sin cicatriz -explica Itziar Larrañaga-. Conocen las nuevas técnicas por internet y piden evitar la cicatriz en el cuello sobre toto pos razones de imagen”. Sólo el 20% de esos pacientes podrán acceder a la toroidectomía endoscópica.