Previsiblemente dentro de un año y medio, en la calle de Guipúscoa esquina con la de Alaba, del barrio de Torre-sana, se abrirá una "capilla" de 1.325 metros cuadrados de la Església de Jesucrist dels Sants dels Darrers Dies, los mormones. La primera palada de la misma se efectuó el sábado por la mañana, en un acto con un centenar de asistentes. "Hoy es un día glorioso para los miembros de la iglesia, y para los hermanos que llevan más de dos décadas esperando que se construya una capilla aquí en Terrassa", dijo el obispo Leonardo Ferro. Acudieron los cuatro obispos anteriores, "que también tuvieron el sueño de construir este edificio", recordó José Luis Hernández, presidente de la "estaca"de Lleida (de la que Terrassa es una unidad).
Contar con un edificio propio "nos permitirá desarrollar mucho más nuestra fe, y acercanos mucho más a los vecinos, para que nos sientan parte de este barrio al que venimos. Este edificio nos solo de la Iglesia, también es de Terrassa".
La historia de los mormones en Terrassa la explicó Mari Carmen Serrano, entrelazándola con la suya, que "comienza en marzo de 1972, cuando dos jóvenes pararon a mi padre por la calle para compartir un mensaje. Llegaron a casa la tarde-noche de un viernes, yo tenía 12 años y pensé que eran vendedores de libros". Ese día, fui "muy impertinente y maleducada", pero "escuché cada palabra, que de alguna manera me sonó familiar", y leyó "El Libro de Mormón" bajo las sábanas, con la linterna. "El 17 de julio de 1972, mis padres y hermanos mayores de 8 años y yo misma fuimos bautizados en Barcelona.Junto con una mujer y su hijo, de la misma edad que yo y también de Terrassa". En Terrassa tenían alquilado un local en la calle de Sant Marian. "Cada domingo éramos los mismos, muchas veces solo mi familia y los misioneros. A veces, íbamos a Sabadell. Allí había más miembros, más niños de mi edad y para mi era mucho más divertido."
La aportación a la convivencia
"Desde el Ayuntamiento estamos al lado de todas las creencias religiosas, desde una óptica laica bien entendida", señaló el concejal Adrián Sánchez. En representación de la Direcció General d’Afers Religiosos de la Generalitat, Joan Gómez, elogió el hecho de que, en el acto, hubieran representantes de otras confesiones religiosas, y subrayó la aportación de las religiones a la convivencia y la libertad.
Una "capsula del tiempo" (un cilindro con libros, un ejemplar del Diari de Terrassa del día y objetos fue soterrada, y comenzaron los turnos de paladas. El acto, que duró una hora y también incluyó cantos corales, lecturas y pregarias, finalizó con un animado piscolabis.
