El Centre d’Arts Escèniques propone para este domingo "L’electe" , una obra premiada en Temporada Alta y en los Premis Butaca. Ramon Madaula, autor del texto, reflexiona, en esta entrevista, sobre la obra, así como su faceta de dramaturgo y actor, y la profesión.
¿Qué destaca de la obra "L’electe" que usted ha escrito y que estrenó junto al actor Roger Coma.
Es un juguete escénico. Son dos personajes, un solo espacio y un tiempo limitado. Es una historia que escribí para responderme a la pregunta de por qué alguien quiere ser presidente de su país. Yo, si fuera político, no sería candidato a esta responsabilidad. Comprendo que un político quiera tener poder pero ser presidente… Eso es exponerse demasiado, estar dispuesto a recibir por todas partes, crearse enemigos…
La obra es muy actual. ¿Se inspiró en la situación de Catalunya?
No soy oportunista. Esta obra plantea un escenario futurible porque el presidente que la protagoniza es el número 135 de la Generalitat y ahora vamos por el 130. Por otra parte, es un texto que estrenamos hace dos años cuando aún no se había producido el contexto actual. Si algún espectador ve paralelismo, no lo sé, no era mi intención. Yo he escrito una comedia a partir de una pregunta que me hago.
El presidente de esta obra tiene que recurrir a un terapeuta
Como siempre, todos los males psicológicos que afectan a una persona tienen que ver en buena parte con la infancia. Si buceáramos en nuestra infancia quizás hallaríamos la respuesta a muchas carencias emocionales que afloran cuando somos adultos. En este caso, el presidente tiene un vacío de estima y reconocimiento que desea llenar.
¿Guarda similitudes con la película "El discurso del Rey"? En este film, el rey tiene un problema de tartamudez y también recibe tratamiento terapéutico
No, no, no tiene nada que ver. Esta película narra el ascenso al trono de Jorge VI del Reino Unido pero el no quiere ser rey. Sin embargo, el presidente de mi obra si que quiere, lo ha deseado toda su vida, es su sueño. Son radicalmente opuestos. Yo comparo a este presidente con un actor. El actor también persigue triunfar en el escenario pero antes de estrenar sufre ansiedad.
Estrenó la obra junto a Roger Coma y después le ha pasado el relevo de su personaje (el terapeuta) a Abel Folk. ¿Prefiere estar fuera de escena en las obras que es autor?
Casi es mejor quedarse fuera porque si has escrito la obra estás más pendiente de todo en lugar de concentrarte en el personaje que interpretas. Pero, a veces, también es cuestión de compromisos. Tenía en cartera otro texto "Adossats" para llevarla a escena y salió la oportunidad de ir con ella al Teatre Romea de Barcelona. Estamos allí ahora y nos funciona muy bien. Y debo decir que he vuelto a repetir la experiencia, o sea yo también tengo un personaje en "Adossats" (esta obra se verá también el 20 de mayo en el Teatre Principal). Pero creo que ya no repetiré esta experiencia de doble personaje (escritor y actor) porque no lo llevo muy bien.
¿Qué temas le interesan como dramaturgo?
Me gusta hablar de cosas que conozco y próximas. El actor Roger Coma lo resume muy bien, diciendo que es bueno hablar de cosas situadas en el kilómetro 0 pero que interesen a la mayoría de espectadores. Este presidente de la Generalitat de "L’electe" podría ser el del Gobierno del Estado o del francés o de otro país que funcione con elecciones democráticas. De hecho, he estado de suerte, la obra se representará en París. Soy feliz.
¿Se halla más cómodo en la escritura o en la interpretación?
En este oficio siempre estamos pendientes de que te llamen por teléfono para hacerte una propuesta y, por lo tanto, hay muchas horas libres. A mí me gusta pintar, la música, escribir. A los 50 (ahora tengo 55) me presenté a un concurso de textos dramáticos en Blanes y gané, y ello me animó a revisar cosas que tenía en el cajón y otras que tengo apuntadas para desarrollar. Me da más placer escribir que estrenar. Una obra es como una criatura. Y esa criatura cuando va a ser representada pasa a manos de otras personas y no sabes si mejorará o empeorará. Suerte que cuento mucho con Jordi Casanovas. Ha dirigido "L’ electe" y "Adossats" y es perfecto porque él también es escritor.
¿Comedia o drama?
Soy un escritor novel. No es fácil ni una cosa ni otra. A mí me gusta reírme de mi mismo por lo que puede que me guste más la comedia. El punto de partida es un personaje y me lanzo al vacío. En "Coses nostres" hablaba de teatro; en "Ignots" de la amistad, en "L’electe", del presidente/del actor y en "Adossats" de lo qué supone vivir en una casa apareada -yo vivo en una- y de la relación familiar y con los demás.
Y todas han subido al escenario
He tenido mucha suerte. Yo siempre digo que en esta profesión hay más suerte que talento, aunque en las tres primeras obras yo también fui empresario. "Adossats" tiene seis personajes y era más difícil asumir el coste pero llegó el Romea y ha sido posible. Aún estoy en una nube. Hay muchas salas comerciales y alternativas pero esta profesión es como una jungla y mantenerse ya es un triunfo.
Ha cumplido el sueño de estrenar sus obras. ¿Algún personaje soñado?
Me conformo con vivir de mi profesión. No soy ambicioso ni tengo carácter para hacer grandes personajes. Sólo aspiro a mantenerme y hacerlo lo mejor posible.
