Albert Comellas (Terrassa, 37 años), funcionario de la Generalitat, estudió en el Karmel desde párvulos hasta COU y ahora es también padre de alumno. Destaca del colegio su esencia familiar y su buen nivel formativo.
¿Cuándo y qué estudió en el Col·legi Mare de Déu del Carme?
En esta escuela del barrio de Sant Pere, donde resido de toda la vida, realicé los estudios básicos y posobligatorios para estudiar una carrera que, al final, fue Geografía en la UAB. Entré en párvulos de 4 años y me fui una vez finalizado el BUP y el COU. Fueron doce años intensos.
¿Qué recuerdos guarda?
Guardo muy buenos recuerdos de la escuela. En el Karmel pasé mi infancia y juventud. Me gusto el tipo de escuela porque era muy familiar y porque potenciaba mucho los valores como persona. También hice grandes amigos con los que aún nos vemos.
¿Qué materias le gustaban?
De entrada debo decir que no era un gran estudiante pero me esforzaba e iba aprobando. Las materias que me gustaban más eran las de letras como historia, sociales, lenguas y literatura. También jugaba a básquet y fui monitor de este deporte.
Exalumno y ahora padre
Tenemos dos hijos y el mayor, Adrià, que ahora tiene 6 años, es también alumno del Karmel. Y Clàudia tiene diez meses y también estudiará allí. Para mí, este colegio fue lo mejor de mi infancia y juventud y me hacía ilusión que mis hijos estudiaran allí.
¿Qué ha cambiado desde que finalizó el COU hace veinte años?
Muchas cosas pero la esencia de escuela familiar no se ha perdido. Lógicamente, la escuela se ha adaptado a las nuevas demandas y potencia materias como los idiomas y la tecnología que en mi época no tenían tanto peso. Para mí, el Karmel tiene un nivel educativo alto y bueno.