“Pues yo llevo esperando un año para la vista”, comentaba una mujer de edad avanzada en un corrillo de afectados. Estaba allí, frente al hospital MútuaTerrassa, ayer, para protestar contra las listas de espera y los recortes en la sanidad pública. Estaba allí, junto a un centenar de personas más, participando en la movilización convocada en diversas ciudades del país. En Terrassa la concentración fue organizada por la Plataforma en Defensa de la Sanitat Pública de Terrassa (PDSPT)-Marea Blanca, junto a otras entidades, y contó con el apoyo de Comisiones Obreras y UGT. Y con la de los Iaioflautes.
“Las listas matan” rezaba una pancarta. “No a la mercantilización de la salud”, decía otra. “Luchamos y lucharemos”, se podía leer en la de los Iaioflautes. En junio del 2017 más de 600.000 personas se encontraban en espera de una intervención quirúrgica en toda España, “casi el doble de las que eran en el 2008”, destacaban los convocantes en un comunicado. En lo que respecta a la lista de espera diagnóstica, casi dos millones de personas aguardaban la primera consulta con el especialista, con un tiempo medio de espera de unos sesenta días. La plataforma subrayó que los territorios “con mayor mercantilización y privatización” son los que encabezan “estas cifras vergonzosas”: Catalunya tiene a 157.000 pacientes en espera para operaciones y la media de tiempo para diagnóstico es de 87 días. Una media “muy por encima” de la española.
Estrategia planificada
El empeoramiento de lo público, según la plataforma, “forma parte de una estrategia planificada para facilitar la expansión del negocio privado”, con derivaciones de pacientes a las empresas. Se “empuja” a los usuarios de la sanidad hacia los seguros privados. La penetración de mutuas la lidera Catalunya junto con la comunidad de Madrid, afirman los convocantes de la protesta, convencidos de que “es posible afrontar el problema de las listas de espera, reduciéndolas en gran parte y con menos gasto sanitario, utilizando el cien por cien de los recursos públicos existentes y haciendo de la atención primaria pública el eje fundamental del sistema sanitario”.
Una de las propuestas de la Marea Blanca es la creación de un turno de tarde en los hospitales “para mantener a pleno rendimiento todos los recursos públicos”.
Hay que recuperar al personal de los equipos de atención primaria, “permitiendo que cualquier persona sea atendida por su médico de familia en 48 horas”. La plataforma propone prohibir los conciertos con centros privados, convenios innecesarios si se ponen en funcionamiento los centros públicos al cien por cien. La incompatibilidad “absoluta” para que el personal público trabaje “en la privada” es otra de las peticiones de los convocantes de las movilizaciones. Una de las propuestas pasa por establecer “garantías y plazos” para atender las listas de espera, con todos los recursos, “sin necesidad de derivar a pacientes a las empresas privadas”. La Marea Blanca sugiere la asignación de un código al paciente “en el momento de la decisión clínica de petición de prueba diagnóstica o intervención”. Con ese código se aseguraría su entrada en la lista de forma automática.
La plataforma aboga por la “democratización del sistema”, por la “transparencia absoluta” y el acceso sencillo “a todos los datos de actividad, calidad, gasto y adjudicaciones”. La atención primaria, convertida en el eje del sistema, gestionaría las listas de espera a pruebas complementarias y primeras visitas, habida cuenta de que son esos profesionales de los ambulatorios “los que mejor conocen la situación clínica de cada persona”.
LA CIFRA
En Terrassa hay 56.625 personas en listas de espera, según la plataforma. Más de 38.000 aguardan visita al especialista y casi 8.300 esperan un diagnóstico. Unas 10.300 están en lista quirúrgica