El bus vuelve a registrar un incremento espectacular de viajeros, el primero desde que entrara en funcionamiento la prolongación de Ferrocarrils y la red de autobuses se haya adaptado a las nuevas estaciones, apostando por la intermodalidad. Esa colaboración sigue dando sus frutos y en 2017, ejercicio en que el transporte público urbano ha ganado 483.894 nuevos viajeros, alcanzando un nuevo récord de 12,663.260 viajes en la ciudad. El resultado supera el aumento de usuarios del tren. Ferrocarrils captó el año pasado 300 mil nuevos pasajeros en la ciudad, donde superó por primera vez la frontera de los 4 millones de trayectos.
"Es una muy buena noticia y confirma el acierto de la apuesta por la intermodalidad", comenta Guillermo Ríos, director gerente de Tmesa, la empresa que gestiona el servicio de autobuses municipales en Terrassa. "Hemos ganado casi medio millón de viajeros, muchos de los cuales estamos convencidos de que han dejado el coche para desplazarse en transporte público".
El bus ha captado usuarios en todas las líneas urbanas. Lidera el ranking la L3, que se acerca a los dos millones de viajeros anuales y que el año pasado ganó un 15,28% de pasaje. Se trata de la línea de mayor recorrido, de trazado transversal, desde La Maurina a Les Arenes, y con parada en puntos estratégicos como el Hospital Universitari Mútua Terrassa o las estaciones del Nord, Vallparadís-Universitat y Rambla.
Las líneas 9 y 8, que siguen el circuito de las avenidas, suman 3,4 millones de viajeros al año. La L9 ha ganado casi un 15 por ciento y la L8 un 12,61%, prácticamente como la L1, otra de las rutas que ha contribuido de manera decisiva al récord del bus en 2017.
En Tmesa están convencidos de que la adaptación de las rutas para alimentar las nuevas estaciones de FGC es una de las claves del aumento de la demanda. "Ajustamos las líneas -explica Ríos-, y hemos hecho tres campañas para informar de los cambios, de los títulos integrados y una más personalizada, con personas mediáticas".
La remontada
En 2016 el autobus registró una leve caída de pasajeros, "probablemente al perder como usuarios a los viajeros del tren más cercanos a las estaciones". En pocos meses la situación ha revertido y en 2017 el transporte urbano ha captado, entre otros, "usuarios a más distancia inducidos por las nuevas estaciones". Muchos de ellos han dejado el coche para desplazarse en transporte público.
Una d elas razones puede ser que en este momento "siempre hay un bus que te lleva al tren", explica Guillermo Rios, que menciona las líneas 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7 8 y 9 como vías de conexión directa desde prácticamente toda la ciudad. "Nosotros hemos aprovechado el tirón del tren y ahora tenemos nuevos usuarios que conocen el servicio y ya lo utilizan también para otras cosas".
Tmesa cita otros factores que han consolidado del bus. Por un lado el índice de fiabilidad de las expediciones, de un 99,7%. La renovación de la flota y la incorporación de 15 nuevos vehículos, 6 de ellos híbridos, ha mejorado la eficacia del parque móvil y ha dejado atrás los episodios de averías e incendios de los últimos años.
Por lo que respecta a la puntualidad, el servicio registra en este momento un 86% de cumplimiento de horario a su paso por las paradas.
La compañía cree que el factor medioambiental ha mejorado también la imagen del servicio del bus y que ese factor ha funcionado como reclamo para los usuarios más sensibilizados con la necesidad de un transporte público y sostenible medioambientalmente.
El aumento de usuarios puede tener que ver también con la mejora de la oferta. "Hemos ganado un 45 por ciento de capacidad en la línea 8, que ya cuenta con 5 vehículos articulados, y hemos ampliado el servicio a Parc Vallès".
Encuesta
Desde septiembre de 2017 las líneas L8 y L9, que junto a la L7 viajaban al parque todos los viernes y sábado por la tarde, cubren ahora el trayecto los fines de semana también en horario de mañana.
Tmesa ha realizado una encuesta entre sus usuarios para conocer el perfil de ese casi medio millón de nuevos viajeros, sus necesidades de movilidad y su opinión sobre el servicio. El estudio permitirá comprobar que parte del avance corresponde a nuevos pasajeros y cual a un aumento de viajes de los clientes ya consolidados.
De momento, ya hay indicadores que revelan que parte de esos nuevos clientes combinan diferentes modos de transporte en sus desplazamientos. El número de billetes integrados que sellan los autobuses ha pasado del 29% al 35%, lo que indica que uno de cada tres pasajeros del bus lo combina con el tren y probablemente también con el metro en Barcelona.
