Las cuentas municipales para el ejercicio 2018 salieron adelante en el pleno extraordinario del jueves con el voto afirmativo de los nueve concejales del PSC y la abstención de Terrassa en Comú (TeC), ERC-MES y el PEdCAT. El grupo municipal de Ciutadans votó finalmente en contra del presupuesto, junto al PP y la CUP, formaciones que ya habían anunciado su rechazo a la propuesta del gobierno municipal.
El alcalde Alfredo Vega agradeció el apoyo de las formaciones de izquierda con su abstención y "la corresponsabilidad en determinados temas " del PDeCAT. El primer edil recordó la importancia de aprobar la cuentas, porque "la ciudad no puede quedar parada" y un retraso obligaría a solicitar créditos y asumir sus costes.
Los presupuestos, sin embargo, tienen "cierta incertidumbre en las cifras" porque no hay presupuestos ni estatales ni autonómicos y se desconoce su repercusión en ingresos y gastos. También por las consecuencias de una posible revisión de la regla del gasto por parte del Ministerio de Hacienda. Los servicios económicos del Ayuntamiento irán adaptando el presupuesto según se despejen estas incógnitas.
A regañadientes
Los tres grupos que dieron su apoyo al presupuesto absteniéndose quisieron dejar claro que votaban por responsabilidad, pero a regañadientes.
Para el ex socio de gobierno, el PDeCAT, este "no era el momento de incordiar". El portavoz Miquel Sàmper justificó la abstención del grupo por "corresponsabilidad" con las áreas de gestión que han liderado sus concejales hasta la ruptura del pacto, el pasado mes de octubre. El grupo presentó un paquete de enmiendas al pleno, tres de las cuales retiró tras transaccionarlas con el PSC, mientras el resto fueron rechazadas en votación por todos los grupos municipales.
Xavier Matilla, portavoz de TeC, tachó los presupuestos de "continuistas. Nos cuesta ver estrategia, falta visión territorial", pero justificó la abstención de su grupo por la "situación excepcional" y el perjuicio para la ciudad de prorrogar las cuentas de 2017. "También tenemos la sensación -dijo- de que cada año es más difícil apoyarlos por las propuestas no cumplidas".
A la queja se sumaron otros grupos. ERC y Ciutadans también reprocharon al ejecutivo que acabe los ejercicios sin cumplir los compromisos adquiridos. Javier González (C,s) fue más allá al afirmar que "el 90% del presupuesto de 2017 no se ha cumplido".
Los republicanos de ERC-MES también se abstuvieron, pese a que los presupuestos "no son los nuestros y no nos gustan. Pero la ciudad los necesita y es bueno que el gobierno gobierne para que podamos hacer oposición".
Isaac Albert valoró que "por primera vez" en las negociaciones previas a la votación del presupuesto "el debate ha sido muy político". La coalición ha acordado con el gobierno abordar la revisión del Pla d’Inclusió Social, que ERC diseñó en 2010, y doblar la partida para educación. "Agradecemos la predisposición de Vega -comentó Albert-. Nos ha pedido que no paralicemos la ciudad, ahora le pedimos que encienda los motores".
El acuerdo sobre las cuentas municipales marcó el jueves un debate de bajo tono en la primera mitad de la sesión, donde sólo elevó el acento la crítica el portavoz de Ciutadans. Javier González explicó que su partido votó en contra porque "el presupuesto podía esperar y carece de horizonte".
El político, que llamó al PDeCAT "pagafantas" e "invitado de piedra" en el pacto del presupuesto, acusó al gobierno de invertir en el Parc de la República y en el Pla de Barris de La Maurina respondiendo a las reivindicaciones vecinales y "no a un proyecto de ciudad".
González se enzarzó aquí en una refriega territorial al afirmar que los presupuestos "no son para el que más grita. El distrito 3 lleva años esperando inversiones sin salir a la calle. ¿Son menos los vecinos de Can Palet que los de Sant Pere Nord o La Maurina?". El comentario le valió la réplica del propio alcalde, que le invitó a dejar el "tactismo político".
Desde el no a los presupuestos, el PP tampoco entiende "las prisas para aprobarlos". El portavoz Àlex Rodríguez explicó que los populares no comparten la propuesta y citó como ejemplos la municipalización del agua y la profesionalización de la Sindicatura. "Son unos presupuestos de izquierdas, legítimos, pero no los compartimos".