2018 será en año de la puesta en marcha de la empresa municipal del agua y el presupuesto municipal reserva 700 mil euros en distintas partidas para afrontar esa primera etapa. El pleno aprobó en 2017 poner fin al modelo de concesión privada y apostar por la gestión pública, que cristalizará este ejercicio.
El dinero se invertirá en los gastos derivados de la entrada en funcionamiento de la nueva sociedad municipal Aigües Terrassa, que una vez constituida no debería costar un euro a las arcas municipales. Así lo corroboró ayer el alcalde, para quien "la idea es no tener una empresa del agua subvencionada".
Alfredo Vega recordó que los estudios de modelización que sustentaron la apuesta por la gestión pública dejaron claro que la empresa del agua será sostenible. "En un primer momento -puntualizó -, probablemente sea necesario apoyo municipal mediante un aval para el pago de las nóminas, porque son mensuales y el recibo del agua se gira trimestralmente. Pero esto no quiere decir que el Ayuntamiento pase un solo euro a la empresa".
Respecto a la liquidación económica con Mina cuando finalice la prórroga forzosa y la gestión pase a manos municipales, Vega justificó que no haya partida alguna en el presupuesto de 2018 porque "éste, como otros temas, pasan por los tribunales y serán juzgados".