El empresario terrassense Segismundo Díaz Martín volvía a su casa de México el viernes por la tarde tras hacer unas compras en compañía de su esposa. El portón del recinto se atascó, la esposa salió del vehículo a ver qué pasaba y un tipo abatió a tiros a Díaz, y le robó un maletín con dinero. La víctima era uno de los propietarios del grupo Dimasa, dedicado, entre otros sectores, a la fabricación de políester, al tratamiento de aguas residuales, la potabilización y el biogás, y dirigía Dimamex, la filial del grupo en México.
Durante el fin de semana se difundió la noticia: un empresario español había muerto asesinado en México, en el estado de Puebla. La sangría de la violencia en el país norteamericano se había cobrado la vida de un compatriota. Ayer trascendió que la víctima era Segismundo Díaz Martín, de 50 años, dueño, junto con sus tres hermanos, del grupo Dimasa, con sede social en Terrassa, su ciudad, y con fábrica de origen en Vacarisses. En los últimos años la firma, puntera en sus sectores, multipremiada, había echado raíces en otras partes del mundo. México, entre ellas. Allí, al centro del país, se trasladó a vivir Segismundo en el 2011 para dirigir Dimamex, el resultado de la expansión de la firma en aquel mercado. Era el experto en la producción y aceptó el reto de hacerse cargo de la creación de Dimamex. Era un hombre "súpertrabajador", generoso, según explicó ayer un allegado. Segismundo había sido vecino de los pisos de Agut.
El portón
Era padre de tres hijos residentes en España, el mayor de unos 28 años. Se había casado recientemente con una mexicana tras aterrizar en la nación donde unos delincuentes se han cobrado su vida en un atraco. La empresa tenía sus locales en Papalotla, en el estado de Tlaxcala. Según ha trascendido, la fábrica ya había sufrido dos asaltos. El viernes, el asaltado fue él.
Lo que se sabe: la víctima y su esposa habían salido a realizar unas compras y a eso de las cuatro de la tarde llegaron al recinto donde está ubicada su vivienda, en Villas Las Flores, en la colonia Bello Horizonte, que pertenece al municipio de Cuautlancingo, según el diario El Sol de Puebla. El portón de la entrada a la finca es eléctrico. La puerta se atoró, al parecer cuando la pareja ya había entrado en el recinto con el automóvil.
La mujer ser apeó del vehículo para ver qué pasaba con el portón metálico. Entonces se desencadenó todo, el ataque rápido, el estrépito de una detonación, la huida a la carrera de un tipo. La esposa del empresario vio a su marido. Pedía ayuda, estaba herido. La testigo dio la voz de alarma. Llegó un equipo médico del servicio de urgencias de la zona, el SUMA, pero los sanitarios no pudieron salvar la vida de Segismundo Díaz. El empresario egarense falleció allí mismo. La hipótesis del robo es la más sólida. El asaltante arrebató a la víctima un maletín que, en principio, sólo contenía insulina, pues el difunto era diabético. Pero, supuestamente, el maletín llevaba también dinero que Segismundo portaba para pagar en metálico el salario a la plantilla de trabajadores de la planta radicada en Tlaxcala.
Los indicios apuntan a que el asaltante (se desconoce si había más de un malhechor) esperaba a la víctima. Conocía sus movimientos y seguramente estaba al corriente de lo que portaba en el maletín. La cantidad exacta de dinero que, según esas informaciones, llevaba el asesinado podría rondar los 4.000 euros. La Fiscalía General del Estado investiga el crimen.
La familia de Segismundo, Segi para muchos de sus allegados, intenta que se agilicen los trámites para repatriar el cadáver. Las muestras de condolencia y consternación se difundieron ayer por las redes sociales. De familiares, de amigos, de conocidos. El asesinado fue alumno de la Escola Pia y de la Universitat Autònoma de Barcelona, según había colgado él mismo en su perfil de Facebook.
Hace unos días, el grupo Dimasa informaba en su perfil de que empezaba el 2018 con una nueva página web de su empresa "hermana en México", especialista "en tanques y equipos de poliéster (PRFV), lavado de gases y plantas tratadoras de aguas residuales". La compañía Dimasa Grupo informó ayer de que Segismundo Díaz estaba preparando su regreso a España. Quería volver "en los próximos meses". El industrial había sufrido varios robos, "dadas las lamentables condiciones de inseguridad" de México, indicó ayer el grupo empresarial en un comunicado que agradeció las condolencias recibidas y pidió "el máximo de prudencia y respeto para su familia y allegados en estos momentos tan difíciles".
