Atravesaba turbulencias personales y dormía en la calle. Por eso, porque conocían su difícil situación, trabajadores de la biblioteca del distrito 3, en Can Palet, permitían a Juan "ciertos comportamientos", pero aquel día la cosa se salió de madre. Se desbordó, y tuvo que intervenir la Policía Municipal. Juan fue identificado y denunciado, y acabó sentándose en el banquillo, acusado de un delito leve de amenazas. Ha sido condenado a una multa de 60 euros. "Ahora os acordaréis de mí, porque pienso quemar la biblioteca y vuestros coches", espetó a cuatro empleados del equipamiento municipal ubicado en la calle del Germà Joaquim.
Los cuatro afectados, tres mujeres y un hombre, denunciaron los hechos que una sentencia del juzgado de instrucción número 1 de Terrassa considera probados. Estos son: el 5 de junio del 2017, a eso de las 7.30 de la tarde, el acusado "empezó a chillar e insultar a los usuarios de la biblioteca". Los trabajadores le pidieron que no siguiese con aquella actitud y que no faltase al respeto a nadie.
"No, si el problema lo tengo con vosotras, sois unas chivatas, vosotras os habéis chivado para que me vengan a buscar", dijo. Dice la sentencia que un empleado y una compañera le comunicaron "que su comportamiento no era el adecuado", pero el denunciado porfió. Soltó a una de las trabajadoras: "Cállate tú, chivata, tú chitón, porque llevas seis meses jodiéndome y ahora voy a joder un año a vosotras", según la resolución judicial.
Le avisaron: lo iban a expulsar. El hombre replicó a las bravas con la frase más intimidatoria usada hasta entonces: "Ahora os acordaréis de mí, porque pienso quemar la biblioteca y vuestros coches, pobre del que aparque en la puerta, porque no seré yo pero sí pediré a alguien que lo haga por mí".
Alejamiento
Los Servicios Sociales del Ayuntamiento tenían constancia de la "difícil situación" del denunciado, que usaba la biblioteca a menudo. Desde el equipamiento se tuvo manga ancha con él hasta que su comportamiento se tornó, aquel día, insoportable. El denunciado reconoció su presencia en el edificio municipal aquella tarde y admitió que hubo un incidente que conllevó el aviso a la policía. Pero, mientras los denunciantes mantuvieron testimonios serios y creíbles, el acusado se limitó a negar las amenazas "sin dar explicación razonable de las denuncias interpuestas", argumenta la sentencia.
Al denunciado se le ha impuesto una pena de un mes de multa, con cuota diaria de dos euros, y una orden de alejamiento: no podrá acercarse a menos de quinientos metros de la biblioteca durante un periodo de seis meses.