Los más pequeños de la casa volvieron a desafiar ayer el frío invernal para llenar la Plaça Vella, junto a sus familias, y divertirse "tuneando" los clásicos monigotes del Día de los Inocentes (las "llufes") y colocándolas en las espaldas de conocidos y transeúntes.
En Terrassa la de la Llufa es una gran fiesta que incluye talleres, animaciones y uno de los actos centrales de la Navidad: la elección del Rei dels Innocents. Esta vez tal honor ha recaído en Toni Costa, presidente de La Pájara e impulsor de L’Àliga (ver recuadro.)
La fiesta comenzó hacia las cinco de la tarde, hora en la que se iniciaron los dos talleres programados. Los niños y niñas, muchos de ellos aún en edad preescolar, pintaron sus llufes de vistosos colores o les dieron vida con los elementos de la figura humana. Muchos de los presentes entregaron sus llufes decoradas para participar en el concurso que tenía un suculento premio: entradas para toda la temporada 2018 de teatro de La Xarxa (entidad organizadora de la Festa de la Llufa.)
Otro conjunto de niños decoró la Llufa gigante que el año próximo se instalará, el día 28 de diciembre, en un lugar secreto de Terrassa. El que los pequeños crearon el año pasado se colocó anoche en el nuevo centro comercial Terrassa Plaça.
Corona y capa
Al caer la noche, un poco antes de las seis de la tarde, el animador de la fiesta, Kike Cuadros (disfrazado con sombrero y corbata verde fluorescente) fue anunciando el fin de los talleres y el inicio de la fiesta musical y de animación, que iba a protagonizar la versátil compañía del músico Roger Canals.
Antes de ello, y ante la sorpresa del agraciado, se dio a conocer al merecedor de la distinción como Rei dels Innocents, premio que se oficializó colocándole al ganador la corona y la capa. Tras su brevísimo parlamento, la fiesta continuó con una Plaça Vella casi repleta, en la que los invitados estelares fueron el baile y los monigotes que colocaron por doquier niños y mayores.