El Departament de Territori i Sostenibilitat quiere estudiar la viabilidad de ubicar dos nuevas estaciones en la ciudad: una en el barrio de Can Boada y otra en el extremo sur de Terrassa, frente al Palacio de Justicia.
El departamento dirigido por el egarense Josep Rull hasta la aplicación del artículo 155 se ha propuesto abordar el futuro de las infraestructuras ferroviarias en la ciudad para analizar las posibilidades de construir dos nuevos apeaderos. Concretamente la iniciativa del Govern consiste en abrir la licitación para contratar los trabajos de redacción de un estudio previo que evalúe las distintas alternativas para ubicar estas dos nuevas estaciones ferroviarias: la proyectada como Terrassa Can Boada y otra, menos reivindicada hasta ahora, llamada Terrassa Sud.
En estos informes se analizará la viabilidad técnica y la funcional, es decir, se contemplará la futura demanda y la rentabilidad socioeconómica de ambas infraestructuras.
Hace años que la ciudad reclama una nueva estación en la fachada oeste de la ciudad, que contribuiría a dar cohesión a los barrios situados en torno a la riera del Palau, además de facilitar la conexión con esta zona de Terrassa, muy alejada del resto de paradas ferroviarias que hay en el municipio. La construcción de la estación de Can Boada- La Maurina, cuyo estudio impulsa ahora la Generalitat, hace prácticamente una década que está incluida en los planes de cercanías de Fomento y mucho tiempo más que los vecinos y el Ayuntamiento la reivindican.
Sobre el papel desde 2009
Concretamente, a principios de 2009 el Gobierno incluyó este apeadero en el plan de Cercanías de Barcelona 2008-2015. Un año antes, coincidiendo con la inauguración de la estación Terrassa Oest, en La Grípia, responsables de Adif se comprometieron, tras las presión de las instituciones locales y los vecinos, a negociar la inclusión del apeadero de Can Boada en el mapa de infraestructuras. Esa planificación ya ha quedado superada, como también la incluida en el Plan Ferroviario de Barcelona 2010-2015, donde la que sería la tercera estación de Renfe en la ciudad volvía a aparecer.
El ansiado apeadero también consta en los documentos más recientes que marcan el futuro de las infraestructuras ferroviarias, como, por ejemplo, en el Pla Director d’Infraestructuras de la ATM 2011-2020, pero sigue sin llevarse a cabo. Este último plan contemplaba que en 2015 se licitarían las obras para que en 2020 estuviese ya en funcionamiento. Nada más lejos de la realidad.
Ahora, la iniciativa de la Generalitat vuelve a dar esperanzas a una infraestructura que ninguna Administración ha sido capaz de materializar, a pesar de los compromisos. Se da la circunstancia de que este apeadero debe formar parte también de la línea orbital ferroviaria, cuyo proyecto se incluye en el citado plan de la ATM, que conectará las comarcas del Baix Llobregat y el Vallès Occidental.
La futura construcción de la estación prevista en la Puerta Sur, a la altura de los juzgados, está mucho menos avanzada; al menos hasta ahora ya que no constaba en los planes de ninguna Administración. El Pla Director d’Infraestructuras de la ATM 2011-2020 ni siquiera prevé estudiar su viabilidad.
Sector residencial frustrado
El apeadero de Ferrocarrils en el extremo sur de Terrassa sí es uno de los proyectos considerados "estratégicos" para la ciudad en el Plan de Ordenación Urbanística Municipal aprobado por el Ayuntamiento en 2003, pero nunca hasta ahora había sido tomado realmente en consideración.
Durante la etapa de gobierno del exalcalde Pere Navarro, el socialista reclamó su construcción al entonces Departament de Política Territorial i Obres Públiques. Su ejecución iba íntimamente relacionada con la construcción del nudo de comunicaciones viarias de la Puerta Sur y de un área residencial estratégica compuesta por 1.500 pisos; proyectos ambos que lideraba la Generalitat. Sin embargo, la crisis económica dio al traste con estas dos actuaciones y, en consecuencia, también con el apeadero.
En su momento, el Ayuntamiento realizó una propuesta de ordenación urbanística para este sector sur de la ciudad, donde, además de la estación de Ferrocarrils (dibujada en la acera de enfrente del Palacio de Justicia, en lo que ya se considera barrio del Segle XX), también aparecía un CAP, un centro escolar y viviendas a ambos lados de la Rambleta. El dibujo propuesto pretendía dar coherencia y dotar adecuadamente la nueva zona residencial proyectada.
En caso de prosperar las dos estaciones analizadas ahora por Territori, la ciudad pasaría a contar con nueve apeaderos. Hay dos de Renfe (Estació del Nord y Terrassa Est) y cinco de Ferrocarrils (Les Fonts, Terrassa Rambla, Vallparadís Universitat, el intercambiador con la Estació del Nord y Terrassa Nacions Unides).