El ascenso de vértigo de Ciutadans (C’s) en las elecciones autonómicas del jueves, que desembocó en la histórica victoria de la formación naranja, tiene explicación por el espaldarazo a los de Inés Arrimadas en poblaciones como Terrassa, antaño emblema electoral del llamado "cinturón rojo" por su apoyo tradicional al PSC y fuerzas como Iniciativa. Pero las cosas han cambiado y en una tesitura de polarización el paradigma es otro: independentismo frente a constitucionalismo. Y en Terrassa Ciutadans ganó por el empuje firme de los sectores más populares y periféricos. Ganó en 27 de los 34 barrios de la ciudad.
Fue una traslación de la revolución sostenida en el "cinturón rojo" barcelonés al "cinturón rojo" egarense, de colorado mudado a naranja. Ca n’Anglada es dechado demoscópico electoral en muchas ocasiones. Allí, con una cifra de votantes efectivos de 5.275 (el 73 por ciento del censo), C’s duplicó los sufragios del PSC (2.091 frente a 1.013), consiguiendo casi el 40 por ciento de los votos. La suma de las papeletas del bloque independentista no llegó a alcanzar los 1.230 votos, según los datos provisionales ofrecidos por el Ayuntamiento.
Otro ejemplo demostrativo es Sant Pere Nord, un barrio de tradición obrera que en estos comicios contaba con 10.627 censados, de los que votaron 8.558, más del 80 por ciento. Una participación espectacular, tanto como la cantidad sufragios para Ciutadans: 2.966, casi el 35 por ciento. El PSC fue la segunda candidatura más apoyada, con 1.617 papeletas, casi el 19 por ciento. Esquerra fue la tercera, la primera en el bloque independentista: octuvo 1.498 votos.
La formación liderada por Inés Arrimadas ganó con creces también en barrios con menos población, como Can Boada del Pi y Can Boada Casc Antic, y en Can Jofresa. En Can Palet el triunfo naranja fue incontestable, con el doble de sufragios que los socialistas. Hasta en Can Palet de Vista Alegre, con 1.300 votantes, Ciutadans se llevó el gato al agua con diferencia. La holgura del triunfo naranja fue apabullante en Can Parellada, donde consiguió 1.614 papeletas. La segunda fuerza más apoyada fue el PSC, con 682. En Can Roca ganó Arrimadas, y en Can Tusell, en Ègara y Guadalhorce. También en Cementiri Vell, aunque con una ligera ventaja, de 89 votos, sobre Esquerra.
El 55% en Vilardell
En La Cogullada el triunfo fue de C’s, con 991 papeletas frente a las 626 de la segunda fuerza, ERC. En La Maurina, Arrimadas consiguió 1.399 sufragios, cifra muy superior a los 675 de la segunda candidatura, Esquerra. En Les Arenes-La Grípia-Can Montllor, con 8.418 votantes, ganó con amplitud C’s, con 3.652 votos, el 43,50 por ciento. Los naranjas vencieron también en Les Fonts y en Montserrat, barrio donde alcanzaron el 43 por ciento.
La victoria fue contundente asimismo en Plaça Catalunya-Escola Industrial, en el Pla del Bon Aire y en Xúquer. Y en Can Palet II, donde el partido de Arrimadas logró el 41 por ciento de los apoyos. En Roc Blanc, Ciutadans duplicó los votos de ERC, la segunda formación en apoyos electorales. Y ganó en Sant Llorenç, Torre-sana y Poble Nou-Zona Esportiva. El golpe electoral de C’s se tornó imponente en Vilardell, donde superó el 55 por ciento de los sufragios. El porcentaje del PSC, segunda fuerza, fue del 17.
