Se llevaban hasta helados y bolsas de patatas, depende de la coyuntura. Y dinero, por supuesto, y botellas de alcohol. Los Mossos d’Esquadra imputan a dos jóvenes tres robos con fuerza en supermercados: dos de los establecimientos desvalijados están en Terrassa y el tercero, en Granollers. Los sospechosos, en libertad provisional, fueron detenidos en un par de ocasiones en poco más de un mes.
El primer asalto de la serie lo cometieron presuntamente el 26 de septiembre pasado en un súper radicado en Granollers. Dos individuos dieron el golpe: violentaron los accesos al local y registraron su interior para sustraer lo que hallaran de valor. Se acabaron apoderando de alcohol, helados y la caja registradora, que contenía unos cuatrocientos euros.
El segundo robo fue en Terrassa, en un supermercado ubicado en la carretera de Rellinars, en Poble Nou-Zona Esportiva. Lo perpetraron los delincuentes el 30 de septiembre. A las 8.30 de la mañana, el responsable del establecimiento se topó con el estropicio ocasionado: la cerradura destrozada, una luna de vidrio rota, un marco de la puerta doblado. No le hizo falta una profunda revisión del comercio para ver que se lo habían saqueado. Le faltaban productos: los malhechores le habían sustraído unas cuarenta botellas de bebidas alcohólicas y el cajón de la caja registradora. El botín, al parecer, rondó los seiscientos euros.
El método usado en los asaltos era semejante y no muy sofisticado: palanca y golpes para vencer los obstáculos de puertas y cristales. Luego, rapiña con celeridad. La unidad de investigación de los Mossos d’Esquadra en Terrassa se hizo cargo de las indagaciones, haciendo uso, entre otros elementos, de imágenes de vídeos de seguridad de las zonas donde se hallaban los comercios allanados. A las pocas semanas de los hechos identificaron a dos sospechosos, uno de ellos de 19 años y otro menor, de 17, ambos de origen marroquí.
Reunidas las pruebas, los mossos los detuvieron el 21 de noviembre en una vivienda de Terrassa. Resultaron ser los mismos a los que unas semanas antes, el 11 de octubre, la Policía Municipal había arrestado in fraganti cuando asaltaban un súper en la carretera de Matadepera, en Sant Pere. Unos testigos habían dado la voz de alarma a las 5.30 de la madrugada al escuchar el estrépito: unos delincuentes rompían las persianas del establecimiento, en el cruce de la carretera de Matadepera con la calle de Bartrina.
Cazados in fraganti
Uno vigilaba en la esquina mientras su compinche ejecutaba el forzamiento. Primero levantó una persiana, pero las estanterías repletas de productos le imposibilitaban el paso al interior. Resquebrajó la luna, pero no llegó a destrozarla del todo. Luego lo intentó con otra persiana y después con una tercera. El ladrón sí hizo trizas el tercer vidrio, a golpes de piedra. En pleno fragor delictivo estaban los sujetos cuando llegaron dos dotaciones de la Policía Municipal. Los cazaron.
El ladrón vigilante echó a correr, pero lo pillaron a pocos metros. Los agentes apresaron también al otro, al que sorprendieron golpeando la luna. Los ladrones no llegaron a pisar el establecimiento.
Los mossos ataron cabos: los que ellos detuvieron el 21 de noviembre y los que había arrestado la Policía Municipal el 11 de octubre eran los mismos. En las diligencias acusan a los dos jóvenes de tres delitos de robo con fuerza.
