Una vasta operación de los Mossos d’Esquadra y la Gendarmería francesa ha desarticulado una red criminal de origen chileno que robaba en casas y otra, de procedencia argelina, que vendía las joyas sustraídas y blanqueaba capitales. La banda de ladrones había actuado en el Vallès Occidental.
La primera fase de la investigación se inició en el segundo trimestre del 2016 tras una serie de robos en viviendas de Barcelona, el Maresme, el Vallès Oriental y el Vallès Occidental. Los mossos identificaron a un grupo amplio de chilenos, la mayoría de los cuales se desplazó a Estrasburgo, en Francia. Otros se marcharon a Aragón. La policía francesa siguió los pasos de los primeros en colaboración con los mossos y el amparo de la Europol. Fueron detenidas doce personas, once en el país galo y una en Catalunya. Se les acusaba de noventa robos: setenta allí y veinte aquí.
En la segunda fase, activada en junio, y la tercera, se identificó a los delincuentes argelinos que compraban joyas y relojes de lujo robados y los trasladaban a Turquía. La organización disponía de pequeños receptadores en Ciutat Vella que intermediaban en la compra de objetos robados.
En total han sido detenidas veinticuatro personas. Diecisiete de ellas han ingresado en prisión. La policía se ha incautado de cientos de joyas de oro.