A tres días de las elecciones autonómicas convocadas por el Estado tras cesar el Govern en pleno, y en la recta final de una campaña con candidatos en prisión y en Bruselas, el "Pa amb tomàquet i col.loqui" celebrado el lunes en la sede del PDeCAT tomó más la forma de una sesión de terapia de grupo. Los ponentes, el sociólogo Salvador Cardús, número 80 en la lista de JxCAT, y el escritor Vicenç Villatoro, se emplearon a fondo en despejar dudas y miedos, rearmar la moral de la militancia y convencerles de que las últimas horas cuentan.
Cardús defendió la fuerza de una lista, la de JxCAT, que "representa al país, para continuar con lo que hacíamos, quizás cambiando algún criterio vista la reacción del Estado".
El candidato cree que "no es momento para martirologios ni autoflajelaciones". El 21D los resultados de JxCAT "serán mejores de los que dicen las encuestas" y los factores que generan incertidumbre -elecciones en día laborable, candidatos en prisión y "el gran aparato propagandístico del bloque del 155"- pueden en realidad convertirse en aliados de la lista de Puigdemont, defendió Cardús.
El miedo a lo conocido
Villatoro aludió a los miedos "alimentados" en torno a la independencia, como el futuro de las pensiones o la huida de bancos y empresas. "El miedo a lo desconocido se entiende, pero el miedo a lo conocido es más fuerte, después de lo que hemos visto el 1-0 y la agresividad del Estado".
Para el escritor, el 21D es "un referéndum de geometría variable" en el que se vota sobre "la independencia, a favor o en contra del 155, y también es una oportunidad para absolver al Govern".
Los contertulios llamaron a la militancia del PDeCAT a movilizarse en las horas previas al 21D para convencer a los indecisos, desde la convicción de que el 22D "no lo dejaremos correr -dijo Vicens Villatoro-. A partir de ese momento tocará percutir y ganar metros con tenacidad".
