Terrassa ha renovado su compromiso con el Gran Recapte, la gran cita solidaria que pide donar alimentos básicos para ayudar a las familias necesitadas. La campaña, que se celebró los días 1 y 2 de diciembre en Catalunya, se cerró a nivel local de modo muy positivo y todo indica que el recuento final superará las 103 toneladas de productos recogidos el año pasado. Así lo ha manifestado el delegado local del Banc d’Aliments, Jaume Roca. "Aún nos faltan algunas cajas por vaciar y contar pero todo apunta que llegaremos a las 106 toneladas o algo más. Estamos muy satisfechos porque no sólo hemos igualado la cantidad de la edición anterior (103 toneladas) sino que la hemos incrementado. Estamos muy agradecidos por la colaboración de los terrassenses". Como cada año, los principales alimentos que se han donado son leche, aceite y conservas de todo tipo, que son ideales porque pueden almacenarse durante un largo período de tiempo y no hay que estar pendiente de una fecha de caducidad.
Récord de voluntarios
El Gran Recapte de 2017 se ha desarrollado una semana después de lo que venía siendo habitual, que era el último fin de semana de noviembre. La convocatoria, que tiene lugar todos los años, está organizada por el Banc d’Aliments de Catalunya y con sus cuatro delegaciones centrales que están en Barcelona, Lleida, Tarragona y Girona.
La campaña supone una gran movilización en recursos humanos, puesto que son voluntarias las personas que recogen los productos en las cadenas de alimentación. En esta edición, la delegación local del Banc d’ Aliments contó con 944 voluntarios, una cifra récord, por lo que Roca también quiso reconocer y elogiar la tarea de esas personas que estuvieron en los cincuenta puntos de cadenas de alimentación que cooperaron.
Los voluntarios fueron los encargados de recoger y depositar los alimentos en las grandes cajas de cartón o las populares bañeras. Una vez llenas, estas cajas se trasladan al Recinte Firal del Passeig del 22 de Juliol. Allí, más personas colaboradoras tienen la tarea de clasificar los productos para, posteriormente, entregarlos a El Rebost, que es el distribuidor central para las familias vulnerables que vienen derivadas de Servicios Sociales y Creu Roja. Se estima que las más de 100 toneladas de alimentos de Terrassa beneficiarán a casi ocho mil personas, según explicó el delegado local del Banc d’ Aliments.
Catalunya
Por lo que respecta a Catalunya, el Gran Recapte ha igualado o superado ligeramente la cifra del año pasado consiguiendo unos 4.300 toneladas de alimentos básicos, que serán distribuidos entre los colectivos de personas más desfavorecidas. La campaña a nivel de país ha contado con 27 mil voluntarios y 2.500 puntos de recogida por toda Catalunya.
La fundación del Banc d’Aliments valoró "de forma muy positiva la campaña y la solidaridad ciudadana, que un año más ha demostrado la sensibilidad colectiva ante el problema de la precariedad alimentaria", según la agencia Efe.
Los productos donados por los ciudadanos en los puntos habilitados en mercados y supermercados son clasificados y almacenados después por los voluntarios de la campaña en la nave cedida por el ZAL. Gracias a esta aportación anual, las personas que viven en una situación de pobreza severa, alrededor de un dos por ciento de la población catalana, puede destinar sus escasos recursos a cubrir otras necesidades.