En primera persona habla Camille Claudel (1864-1943), escultura y pintora francesa, alumna, musa y amante de Auguste Rodin, espíritu libre y rebelde, que pasó los últimos treinta años de su vida encerrada en un manicomio, a instancias de su familia, en la obra ganadora del Premi Ciutat de Terrassa-Agustí Bartra de este año. Lo hace en la voz poética de Bernat Nadal (Manacor, 1950), uno de los más destacados poetas mallorquines de la actualidad, que concurría con "Suite de Camille Claudel", un libro destinado a ser singular en su trayectoria. Será publicado la próxima primavera por Pagès Editors.
¿Qué le supone haber ganado el premio Agustí Bartra de poesía?
Mucho, por lo que simboliza Agustí Bartra, un poeta extraordinario, merecedor de homenaje, y porque este premio me permite editar en una buena colección, de una editorial con proyección (Pagès Editors), y en Catalunya. Cuando los escritores mallorquines publicamos un libro en Mallorca, envían cien ejemplares, generalmente todos a Barcelona, ni siquiera llegan a otras ciudades. De modo que los escritores mallorquines somos unos perfectos desconocidos aquí. Yo, afortunadamente tengo un libro editado por Proa. Tenía mucha ilusión por un premio de prestigio que me da la oportunidad de volver a publicar en Catalunya.
¿Por qué un libro de poesía sobre Camille Claudel?
Hace bastantes años ví una exposición de Claudel y Rodin en Bilbao, y me impresionó la calidad de sus obras. Fue a raíz de otra exposición en Madrid, hace cinco años, que conocí no solo su importancia artística, sino también su importancia moral. Fue una luchadora que, si hubiera aceptado vivir como lo hacían las mujeres del pasado siglo, no le habría pasado nada. Pero quería los mismos derechos que los hombres, y su familia, básicamente su madre, la hizo internar. Me emocionó la historia de una mujer que sufrió mucho por serlo.
Quizá se la ha visto únicamente como la colaboradora de Rodin.
Era una escultora tan buena que hay obras que no sabes si son suyas o de Rodin. Éste la dejó porque la sociedad de su tiempo exigía a un escultor famoso que llevara una vida ordenada, un matrimonio convencional. Camille no superó la pérdida de este amor, pero tampoco lo habría vuelto a aceptar. Y de cidió hacer su vida, ser artista y tener relaciones con los hombres que quería. Su voluntad de ser artista, de vestir como un hombre, provocó que su familia la internara en un manicomio, donde pasó su vida adulta. Pero estaba lúcida. Puede verse en las cartas que escribía.
¿Por qué escribir sobre Camille en primer persona, como si fuera ella?
Mi reto, más que escribir una poesía experimental o en la forma, ha sido ponerme dentro de la cabeza y el corazón de esta mujer, procurar que fuera creíble,. El libro es un canto de la Camille, como podrían ser unas memorias o unas cartas, en el que recuerda su vida, no rechaza los momentos felices que tuvo, y denuncia que fue apartada y enclaustrada de por vida por el hecho de ser mujer y artista.
¿Ha sido un libro dificil de escribir?
He hecho un gran esfuerzo para ponerme en la piel de Camille. La literatura es mayoritariamente masculina, porque los hombres han tenido siempre más oportunidades, y no han hablado mucho de las mujeres. Éstas son elementos accesorios en las novelas, o objeto de amor, pero no las protagonistas. Por tanto, lo que quería es intentar comprender lo que le sucede a una mujer, ponerme en su lugar y escribir como si fuera Camille.
Formalmente, ¿cómo es la obra?
La poesía se expresa en palabras, y requiere disciplina. La parte central está hecha con alejandrinos.Y el libro acaba con un conjunto de cartas-poema que le escriben a Camille Claudel otras escritoras: Virginia Woolf, Sylvia Plath, Mercè Rodoreda. Le dicen de sus problemas, de su vida, de lo ha sufrido, y también de ellas. Todas las grandes escritoras tuvieron vidas dificiles.
Háblenos de su trayectoria.
Tengo publicados unos diez libros de poesía, en dos etapas. La primera abarca desde los 19 ó 20 años hasta los 30. Después estuvo más de diez años sin escribir (aunque siempre leyendo), porque para ello necesitas una serenidad de espíritu. Después reanudé la escritura. Siempre he pensado que servir la cultura es servir al país. Tenemos muchas maneras de servir nuestra patria. Cada uno ha de luchar desde su trinchera,y la mía es la poesía.
¿Cuál es el estado de la literatura en lengua catalana en Mallorca?
El panorama en las Illes es muy bueno. Tengo 66 años y traté a los mejores escritores que había en su momento: Blai Bonet, Miquel Àngel Riera, Josep Maria Llompart, Guillem d’Efak. Tuve el privilegio de su amistad, con mucho contacto, fueron para mí unos maestros. Entonces [décadas de 1960 y 1970] las personas que escribían bien en Mallorca eran cuatro o cinco. Ahora hay mucha gente que escribe bien, y dentro de la cantidad, lógicamente hay de todo. Pero necesitaríamos que algunos de los escritores de Mallorca, Menorca e Eivissa (la gente que escribimos en les Illes nos conocemos bastante entre nosotros) fueran más conocidos en el Principat.