La Generalitat activará a partir de mañana la prohibición de acceso a la conurbación de Barcelona de los vehículos contaminantes en los episodios de alta polución. La directora general de Qualitat Ambiental i Canvi Climàtic, Mercè Rius, presentó ayer el protocolo de actuación y las medidas alternativas para los conductores que deban dejar el coche en casa. Entre ellas, la activación de un nuevo título del transporte público, la T-aire, que permitirá hacer dos desplazamientos en bus, en tren y en metro los días de alta contaminación por el precio de dos viajes en la T-10, aplicando un descuento del 10%.
La restricciones a los vehículos contaminantes que se activarán en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona reducirán un 18% las emisiones urbanas de dióxido de nitrógeno (NO2) y de partículas en suspensión, según el departamento de Territori i Sostenibilitat.
Mercè Rius explicó ayer que las restricciones de tráfico "solo se activaran en caso de que se declare episodio ambiental por alta contaminación, hecho que representa una media de 3 días por año". La administración autonómica avisará con tiempo a los conductores de la puesta en marcha de medidas disuasorias.
El protocolo
La Generalitat activará el protocolo a partir del próximo viernes, 1 de diciembre. Funcionará con 48 horas de antelación y en tres fases, según la gravedad del episodio por contaminación.
Cuando los modelos de calidad del aire indiquen que en los próximos dos días se podría producir un episodio de alta contaminación por NO2, se realizará un aviso de prevención a las administraciones y a los operadores de transporte público para que preparen sus dispositivos. También a los ciudadanos para que planifiquen con suficiente antelación si deben dejar el coche.
Pasadas 24 horas, la Generalitat evaluará de nuevo la situación y, en caso de que perduren las condiciones de alta contaminación, lo comunicará para que todo esté a punto y el día siguiente se apliquen las restricciones de tráfico establecidas.
Durante los días de restricciones solo podrán circular por la ZBE del ámbito de las Rondas de Barcelona, un área de más de 95 km2, los vehículos que dispongan del distintivo ambiental de la Dirección General de Trágico (DGT). Es decir, los vehículos eléctricos, híbridos, de gas natural y los de gasolina matriculados a partir del 1 de enero de 2001, además de los diesel posteriores al 1 de enero de 2006.
También están autorizadas a circular las furgonetas matriculadas a partir del 1 de octubre de 1994, las motos, ciclomotores, camiones, autocares y autobuses y los servicios de emergencias.
Las restricciones estarán activas entre las 7 y las 20 horas de los días laborales, de lunes a viernes, hasta que se dé por finalizado el episodio de contaminación.
Además, se activará un plan de refuerzo del transporte público que consistirá en ampliar en horas punta la frecuencia de paso del metro, del tranvía, de Ferrocarrils de la Generalitat (líneas Barcelona-Vallés y Llobregat-Anoia) y de Rodalies (R1 y R4). También está prevista la incorporación de 15 autobuses adicionales en hora punta en el ámbito del Baix Llobregat, otros 15 en el Barcelonés y 25 para reforzar las líneas de autobús exprés.cat.
Para fomentar el abandono del coche contaminante en los episodios de máxima contaminación y la utilización del transporte público se crea un nuevo título de transporte, la T-Aire. El billete será de dos viajes, válido solo durante las situaciones de episodio ambiental y tendrá el preció de 2 viajes de T-10 con un 10% de descuento.
Rius explicó ayer también que los trabajadores de la Generalitat tendrán flexibilidad horaria y que se justificaran las ausencias en el puesto de trabajo en horario obligado y con carácter extraordinario y recuperable, medida que la directora espera "que se haga extensiva a otras administraciones y a otras empresas que la puedan adoptar".
También hizo hincapié en la importancia de concienciar a la población para que tome medidas urgentes, como compartir vehículo o evitar los desplazamientos que no sean estrictamente necesarios durante los días de episodio.
Según Rius, con las medidas de tráfico podrían reducirse en 5 años en un 10% las emisiones asociadas al tráfico del Ámbit-40 -los cuarenta municipios que rodean Barcelona, incluida Terrassa- y en 15 años un 30% las emisiones globales, alcanzando así los niveles recomendados por la OMS.