Los cuerpos y fuerzas de seguridad ya habían echados sus redes sobre mafias georgianas, de una ralea u otra, en los últimos años, pero el doble crimen perpetrado en Terrassa hace casi dos años supuso un punto de infexión en las investigaciones. De ese asesinato de dos georgianos en un piso de Roc Blanc, en lo que semejaba un ajuste de cuentas, nació una vasta investigación que ayer afloró con una macrorredada en diversas localidades de Catalunya y Madrid. El operativo, dirigido por un juzgado de Terrassa y ejecutado por los Mossos d’Esquadra y la Policía Nacional, se saldó con las detenciones de veintitrés personas. En otras fases de las pesquisas habían sido arrestadas unas cuarenta personas más.
La organización criminal desarticulada, dedicada a los robos con fuerza y al blanqueo de capitales, era una de las estructuras de origen georgiano "de más antigüedad y arraigo en España", según la información policial. Ayer se detuvo a veintitrés y en los últimos meses la cifra de arrestados había superado los cuarenta en diversas actuaciones contra células encargadas de los asaltos en domicilios. Así, los investigadores calculan que la estructura delictiva, compleja pero jerarquizada, estaba compuesta por unas sesenta personas. Una de ellas, apresada ayer, es la esposa de un cabecilla de la red que está preso en Francia. La mujer, según fuentes policiales, ejercía un cargo relevante en la organización.
Las indagaciones se relacionaron con el doble crimen cometido en la calle de Nàpols, en Roc Blanc, el 4 de enero del 2016, cuando un tipo entró en una vivienda y mató a tiros a dos personas. Una de ellas, al menos, era un hombre con nexos directos con una facción de la mafia de Georgia, según aseguró la Justicia. Ese varón había sido implicado seis años antes en la preparación del asesinato de un miembro de un grupo rival en Francia.
Juicio
El 14 de marzo del 2016, ni dos meses después de los hechos de Roc Blanc, empezó en la Audiencia Nacional un juicio a una veintena de personas acusadas de integrar una banda mafiosa ruso-georgiana. Gela era uno de los acusados. No pudo sentarse en el banquillo. Lo habían matado el 4 de enero en Roc Blanc junto a un compatriota. Los tres supervivientes del tiroteo acabaron detenidos por su supuesta participación en los homicidios, pero sólo uno de ellos fue trasladado desde el Palacio de Justicia a prisión. No trascendió su grado de participación presunta en el crimen. De hecho, sí trascendió que los mossos buscaban aún al autor material de los disparos.
Ayer, las fuentes policiales consultadas no aclararon si alguno de los veintitrés detenidos en la macrorredada estaba conectado directamente con las ejecuciones de Roc Blanc. Tanto la policía autonómica como el Cuerpo Nacional de Policía sí confirmaron la vinculación genérica de las investigaciones con aquel doble crimen.
Las unidades centrales de crimen organizado y blanqueo de capitales de mossos y Policía Nacional coincidían en pesquisas de entramados diversos. Y resolvieron formar un equipo único de agentes especializados que avanzaron poco a poco en las averiguaciones, impulsadas por la Fiscalía Especial Anticorrupción y contra la Criminalidad Organizada, hasta que, casi dos años después de los asesinatos, dieron el golpe con el operativo desarrollado ayer.
La redada se llevó a cabo de manera coordinada en once viviendas y dos locales de Barcelona, l’Hospitalet de Llobregat, Mataró, Gavà, Cornellà y Madrid. La dirigió el juzgado de instrucción número 2 de Terrassa , el mismo que tramitó la causa del truculento crimen perpetrado en Roc Blanc y que tomó declaración a los tres sospechosos. El órgano judicial mantenía ayer el secreto de las actuaciones.
Células
Los detenidos, los de ayer y los de meses atrás, integraban células delictivas independientes entre sí, "pero subordinadas a la estructura ahora desarticulada", indicaron los Mossos d’Esquadra. Esas células se dedicaban a robos con fuerza en domicilios y rendían cuentas a la cúpula, que la policía considera desmontada y que, según las mismas fuentes, blanqueaba el dinero procedente de los asaltos. La red disponía de una especie de "caja común" de que la que se nutrían económicamente sus miembros.
Las bandas de procedencia georgiana han sido objeto de atención policial y judicial en los últimos dos años. En Terrassa, de modo especial. En el verano del 2016 el juzgado de instrucción 1 de esta ciudad autorizó varios registros en domicilios relacionados con imputados por robos. El 14 de julio los mossos detuvieron a cuatro sospechosos en una operación que se saldó, en total, con trece arrestados de una banda que marcaba con "chivatos" de plástico viviendas a asaltar, algunas de ellas en Terrassa.