Terrassa

El pique de dos coches que acabó con tres heridos y dos condenados

La Audiencia Provincial ha rebajado la pena a los dos, por las demoras en el proceso, pero no les ha eximido de culpa. Aquella noche de septiembre compitieron en una especie de carrera ilegal que acabó como era previsible: con un accidente. Los dos coches enfrascados en el pique colisionaron entre sí. Hubo tres heridos y dos condenados: los conductores. La pena, al final, es de cuatro meses de prisión y diez meses de privación del carné de conducir.

Nueve de la noche del 7 de septiembre del 2009. Por la carretera de Castellar, la C-1415a, en sentido Terrassa, corren a toda velocidad dos turismos, un Alfa Romeo GT y un Citroën Saxo, con dos varones al volante y sendas chicas de acompañantes. Se pican, hacen "eses", cambian bruscamente de carril, se adelantan de forma peligrosa y provocan que otros conductores se vean obligados a hacer maniobras evasivas para evitar chocar. Todo ello, "con grave peligro para la circulación", dice la Justicia. Al final, los que chocan son el Alfa Romeo y el Saxo.

El conductor del primer turismo sufre un latigazo cervical que le deja como secuela un síndrome postraumático cervical. Su acompañante padece una contusión en el codo derecho. La ocupante del otro vehículo adolece de una contusión en el brazo derecho y de una contusión en las costillas.

Recurso
El juzgado de lo penal número 2 de Terrassa impuso a ambos acusados un año y dos meses de prisión, y la retirada del permiso durante tres años, por un delito de conducción temeraria, pero los procesados recurrieron la sentencia ante la Audiencia Provincial, que confirma la primera resolución en cuanto a los hechos probados pero reduce la pena al considerar como circunstancia atenuante muy cualificada la de dilaciones indebidas en el proceso.

Los dos conductores reconocieron un pique entre ambos, pero alegaron que no condujeron de manera temeraria, sino que pretendieron ponerse a la altura del otro para recriminarle su conducta, según recoge la sentencia de la Audiencia Provincial. Pero esas explicaciones de descargo no guardan relación con las pruebas, destacan los magistrados.

Además, una testigo presencial aseguró que los dos vehículos la adelantaron y que uno de ellos frenó de manera súbita, por lo que ella tuvo que hacer lo mismo. Se adelantaban, frenaban, se intentaban echar de la carretera, y uno de ellos casi impacta con un muro. Aquello era un peligro público, dijo. El pique venía de unos cuantos kilómetros atrás.

Los implicados acabaron en la comisaría y, según un agente, se increparon, por lo que los policías trataron de separarlos. Y contaron a los guardias hechos similares, pero culpando uno al otro.

Retrasos
Son culpables de conducción temeraria pero han sido perjudicados por retrasos en la causa judicial. Los hechos ocurrieron en septiembre del 2009 y no se dictó sentencia, la primera, hasta octubre del 2016. No se ordenaron diligencias de indagación con contenido material hasta diciembre del 2010 y el auto de admisión de pruebas se dictó en marzo del 2015, dos años y tres meses después de que el juzgado de lo penal recibiese la causa. "Así las cosas, la suma de ambos periodos arroja un retraso de tres años y dos meses", dice el tribunal, que no atribuye la dilación a la magistrado sino "a las deficiencias estructurales del sistema". Las responsabilidades están en otro sitio y no se puede perjudicar a los acusados, que padecen, sin culpa, "la violación del derecho a un proceso sin dilaciones indebidas". La circunstancia atenuante es "muy cualificada", según el tribunal. La conclusión: rebaja de un año y dos meses de prisión a cuatro meses y de retirada del carné de tres años a diez meses.

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