El olor a quemado se percibía a cientos de metros, en Sant Pere Nord, el domingo por la noche. El incendio, sin embargo, se localizaba mucho más arriba, en la zona Norte de Can Tusell, y generaba escenas de pavor. Dos personas, una de ellas, al parecer, una joven embazarada, resultaron intoxicadas y un bombero fue atendido; según fuentes de Bombers, padeció algo semejante a un golpe de calor. El piso donde se originó el fuego quedó destruido. Por completo.
Media Terrassa escuchó el estruendo de sirenas poco después de las nueve de la noche. A las 9.07 los bomberos supieron de los hechos: fuego en un piso de la calle de Tarragona, en el barrio de Can Tusell, a unos pocos metros de la comisaría de los Mossos d’Esquadra.
Cinco dotaciones de Bombers se desplazaron al pasadizo interior en que se convierte allí la calle de Tarragona. Corría la gente, lenguas de fuego emergían por ventanas de un segundo piso, donde se había declarado el fuego. Bajad, salid, decía un vecino al resto de moradores del bloque, compuesto por seis viviendas. El edificio fue desalojado. Mientras los bomberos se aplicaban a apagar el incendio, los servicios sanitarios atendían a varias personas. Dos de ellas acabaron en hospitales. Una de ellas, una mujer joven que se encontraba en la vivienda destruida, fue trasladada al Hospital de Sant Joan Despí Moisès Broggi, para ser tratada en una cámara hiperbárica; según fuentes de los servicios de emergencias, la afectada está embarazada y por tal razón recibió ese tratamiento. El otro intoxicado que obtuvo atención hospitalaria es un joven de 17 años que se hallaba en otro piso, un tercero, y que, según las mismas fuentes, fue trasladado a MútuaTerrassa por una intoxicación leve.
Los sanitarios asistieron también a un bombero. En principio se informó de que había sufrido quemaduras. Bombers de la Generalitat indicó que fue víctima de una especie de golpe de calor que no revestía gravedad. En el piso destrozado había dos perros y ocho cachorros. El can adulto, macho, murió. El resto de animales fueron rescatados y quedaron a cargo del Centro de Atención de Animales Domésticos (CAAD).
Daños en la escalera
Las unidades de bomberos consideraron apagado el fuego a las 9.39 de la noche, pero permanecieron en la zona, tras las inspecciones, hasta las 10.30. La estructura del bloque, en principio, no resultó afectada, pero la humareda dañó la escalera comunitaria y entró en otros pisos del bloque.
Una técnica municipal visitó ayer el edificio. Según vecinos de la zona, no era la primera vez que el Ayuntamiento realizaba una intervención focalizada en el domicilio ahora devastado.
El daño causado por el incendio en la comunidad era palpable ayer por la tarde. Aun desde la calle se podían observar los estragos del fuego en la vivienda de la segunda planta destruida por las llamas. Las causas del incendio no se conocen a ciencia cierta, pero los primeros indicios apuntan a la combustión de una estufa como posible origen. Las investigaciones iniciadas tratarán de esclarecerlo.