Terrassa en Comú compareció ayer ante los medios para poner fin "a la imagen confusa" que ha proyectado la negociación para el cambio de gobierno en la ciudad y cuestionar el papel que el PDeCAT ha jugado en el fracaso del pacto.
Su portavoz y candidato a la alcaldía en la plataforma formada por TeC, ERC-MES y la CUP, Xavier Matilla, acusa a la formación liderada por Miquel Sàmper de "mercadear con sus ideas" hasta el último minuto y escudarse en la asamblea para rechazar el pacto.
Los tres ediles del PDeCAT votaron a su candidato "siguiendo el mandato de la asamblea" y puntualizaron que fue la militancia, " y no los tres concejales", quien consideró un "obstáculo insalvable" no entrar en el gobierno de cambio.
En TeC no entienden por qué si la militancia rechazaba el pacto. Sàmper negoció durante todo el jueves, para romper el acuerdo minutos antes del pleno de investidura. "Es increíble desmarcarse así y decir que la culpa es de la asamblea", criticó ayer Matilla, para quien "lo más digno que puedes hacer en esa situación es dimitir. Les pedimos que lo hagan".
Los comunes agradecieron ayer el papel que ERC-MES y la CUP han jugado una la negociación por el cambio en la que, defienden, "a TeC no se le puede reprochar nada". Matilla insiste en que su partido tuvo claro desde el principio que no compartiría gobierno con PDeCAT, un partido que "ha gobernado por el PSC y en consecuencia no puede abanderar el cambio en la ciudad". En el pleno, Sàmper mencionó el apoyo a los presos políticos como un handicap para el acuerdo, un recurso "poco ético" a juicio de TeC, que reprocha a Sàmper "su obsesión por gobernar" y que finalmente haya "sido capaz de hacer alcalde al PSC, el partido responsable del 155 y de los presos políticos".
La primera fuerza de la oposición mostró ayer su preocupación por las consecuencias que para Terrassa pueda tener la presencia en el pleno de los ex alcaldes Manuel Royes y Pere Navarro, así como del secretario de organización del PSC Salvador Illa. "Ballart acusó a la cúpula del partido de presionar en el tema del agua y de las mulas a los bancos. Nos inquieta que el de Vega sea un gobierno regresivo, incapaz de sacar esos temas adelante". También que la precariedad del PSC en el pleno (9 concejales de 27) les acabe llevando a un pacto con Ciutadans e incluso con PDeCAT. Ya pasó en 2015".
Respecto a los 5 concejales socialistas dimitidos, Matilla criticó que no hayan formalizado aún su renuncia y tachó de "esperpéntico" que apoyaran la proclamación del alcalde de un partido, el PSC, al que han "criticado duramente".
