Conocer otro tipo de economía más allá de la convencional. Con este objetivo, el servicio municipal de de Emprenduría y Economia Social del Ayuntamiento organizó la 2ª Fira d’Economia Social, el sábado, por la mañana en la Plaça Vella. Hasta allí llegaron más de 25 entidades en diversos ámbitos; desde la alimentación hasta la educación y la cultura, pasando por el textil, la energía, la tecnología y la banca. La mayoría de ellas cooperativas, asociaciones y fundaciones con fines sociales, que un día optaron por crear otras fórmulas alternativas para llevar a cabo su actividad.
Entre los participantes la cooperativa Candela dedicada a los productos de alimentación ecológica. Marc Montlló, miembro de la entidad, explicó que la cooperativa nació hace 16 años con el objetivo de dar respuesta a la demanda de familias que querían este tipo de producto y que el fin se ha conseguido con creces.
"La iniciativa -dijo Montlló- estuvo a cargo de 30 familias y actualmente son ya sesenta. Nuestra filosofía es comprar directamente al productor y todos los cooperativas decidimos sobre cómo invertir los beneficios". El cooperativista se mostró satisfecho del camino recorrido. "Nos funciona y hemos optado por un segundo paso. Dejaremos la sede del Ateneu Candela para abrir a principios del próximo año una tienda propia en la calle de Nord. Unos metros más allá, la Xarxa d’Horts Ecològics también divulgaba su actividad, centrada en la producción y autoconsumo de productos agrícolas. Oriol Vicente, coordinador de la red, explicó que gestionan un espacio en Torre-sana de dos mil metros cuadrados distribuido en 19 parcelas. "El balance es muy positivo porque no sólo representa un recurso alimentario para 19 familias sino también porque supone un proyecto en valores en cuanto a compromiso, responsabilidad, esfuerzo y convivencia".
La feria despertó interés entre los visitantes, algunos de los cuales acudían por primera vez como Mónica Aljarilla y Leticia Deza, quienes se mostraron a favor de que este tipo de economía se visualice en la calle porque aún es poco conocida. Carles Sala, que estaba con su familia, compartió las impresiones de Mònica y Leticia y añadió que el modelo de gestión de una cooperativa le parecía interesante. "Creo que es una buena apuesta para el consumo del futuro", dijo. La muestra de economía social se completó con una oferta de talleres y actuaciones, organizadas por las diversas entidades presentes en las carpas y el Ayuntamiento.