De Salt a Hostalric y de allí a Terrassa. Una banda de ladrones cometió tres robos en una misma noche, la del domingo 5 de noviembre. En el último los mossos detuvieron a los delincuentes con muchos problemas: los asaltantes arremetieron contra los agentes con un mazo y una "pata de cabra". Varios policías resultaron heridos.
Eran las ocho de la tarde cuando la policía supo de un robo en Salt, en Girona, porque había saltado la alarma de seguridad de un taller mecánico. Los ladrones habían penetrado en la empresa por una ventana de metacrilato. Una vez dentro fueron por la caja fuerte, pero tuvieron que huir sin conseguir su propósito.
Los mossos los buscaron por Salt y alrededores, pero no localizaron el vehículo en el que se habían dado a la fuga.
Tardaron poco los policías en saber de un nuevo robo. Saltó la alarma de una empresa de panificación radicada en Hostalric, en la comarca de la Selva. Los ladrones sí se hicieron en este local con una caja metálica, que contenía unos 400 euros.
Los indicios apuntaban a que los dos hechos los habían cometido las mismas personas, que seguramente se dirigían más al Sur. ¿Y si no habían acabado en Hostalric su razia delictiva aquella noche? Los Mossos d’Esquadra sospecharon que aquellos tipos podían volver a actuar en breve y organizaron un operativo para cazarlos.
A las diez de la noche, unos agentes vieron en Terrassa un automóvil que les infundió sospechas. Estaba aparcado a las puertas de un taller mecánico en una zona comercial. Los agentes decidieron vigilar el coche de manera discreta, a cierta distancia.
Los barruntos se confirmaron cuando los mossos vigilantes observaron que tres individuos salían del coche, se aproximaban a la persiana del taller y la empezaban a manipular.
Agresión a los mossos
Lograron abrirla y luego hicieron uso de una herramienta, una "pata de cabra", para tratar de abrir una segunda puerta de acceso a las oficinas. En ese momento, los policías intervinieron. Los asaltantes se vieron sorprendidos.
Se resistieron con una reacción violenta. Uno blandió un mazo y otro esgrimió la "pata de cabra". Los sospechosos atacaron a los agentes, según la información difundida por los mossos.
La refriega acabó con la inmovilización y detención de los asaltantes, pero varios agentes sufrieron contusiones y recibieron asistencia sanitaria.
Un detenido es bosnio. Los otros dos, de procedencia croata y rumana, respectivamente. Los tres viven en Barcelona. Sus edades: 29, 38 y 41 años. Los mossos los pasaron a disposición de un juzgado de Terrassa con las imputaciones de robos con fuerza, atentado a agente de la autoridad y falsificación de documento público: los policías descubrieron que el coche de los arrestados llevaba dos placas de matrícula, una sobre la otra, enganchadas con bridas de plástico.
