Terrassa

Miles de personas por la libertad de Rull

Los gritos de "llibertat" y contra la bandera de España se colaban entre los discursos. Miles de personas abarrotaron ayer el Raval de Montserrat en una concentración contra el encarcelamiento de los exconsellers, con constantes referencias al egarense Josep Rull. Gritaron "llibertat" durante cinco minutos antes de un acto repleto de consignas y de apelaciones "a la lucha". El concejal Miquel Sàmper, del PDeCAT, llegó a tildar la democracia española de "auténtica mierda", si bien luego rebajó el tono.

Los gritos de "Puigdemont president" y de "vosaltres feixistes, sou els terroristes" fueron preámbulo del breve discurso de un miembro de Òmnium que habló de demostrar que los manifestantes estaban al lado "del Govern legítimo". La edil de la CUP, Maria Sirvent, fue la primera representante política en agarrar el micrófono para exhortar a la gente "a plantar cara a un Estado que encarcela como castigo" y para declarar que los tribunales "son brazos ejecutores de la Moncloa". Los exconsellers en prisión son "presos políticos", advirtió Sirvent antes de proclamar "Visca la terra" y obtener de numeroso público la respuesta: "¡Lliure!".

El republicano Isaac Albert habló de "días graves" en los que debe imponerse "la serenidad y la determinación". El concejal de ERC afirmó que el Govern destituido era "legítimo" y había obedecido "a un mandato democrático nacido del 1 de octubre y de unas elecciones legales". Rull y sus compañeros, pues, están en prisión preventiva "por ese mandato y por defender ideas políticas". El Estado opresor, según el edil, "ha encarcelado la democracia, pero es imposible encarcelar la libertad". Surcaban el Raval gritos a favor de una huelga general mientras Albert afirmaba: "No nos resignaremos. Esto es largo".

Separación de poderes
Miquel Sàmper, del PDeCAT, habló de su amigo, de "nuestro Josep Rull", y leyó un mensaje del exconseller terrassense avisando de que si sus destinatarios lo leían, aquella era la señal de que lo habían metido en prisión "por hacer caso a las urnas". Esto es España, acababa el mensaje. Sàmper denunció conculcaciones, "pues cualquier ladrón tiene más derechos que un político catalán" e instó a los presentes a apagar la tele "cuando les hablen de Estado de Derecho y separación de poderes". Fue a continuación cuando soltó que esta democracia es "una auténtica mierda", para de inmediato, cuando alguien le habló al oído, admitir que debía relajar el discurso.

Mario Soria leyó el comunicado elaborado por la Taula pel Sí. "No aceptamos las sentencias contra nuestros representantes políticos", dijo Soria. "Volveremos a hacer nuestras las calles", añadió. El manifiesto señaló que no se reconocía "al gobierno ilegítimo nombrado desde Madrid".

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