Día de recuerdo y homenaje a aquellos que no están. Día para reencontrarse con familiares y amigos con los que, cosas de la vida, no hay tiempo para detenerse a hablar en el día a día. El cementerio, en un día de tanto ajetreo como el de ayer, festividad de Tots Sants, ofrece estampas curiosas de recogimiento, pero también de animada charla.
Un año más, en el día de Tots Sants, el cementerio municipal se llenó de vida en recuerdo de quienes la perdieron. Ayer, regado por el sol y los miles de flores que decoraban las sepulturas, el camposanto aparecía más florido que nunca. El tiempo y la arboleda presente en gran parte del recinto invitaban a un paseo tranquilo. Y así era en la mayoría de los casos. A pesar de las numerosas idas y venidas, las familias transitaban con calma. La música que podía sentirse desde distintos puntos del cementerio, acompañaba los pasos de quienes tienen este día marcado en rojo en el calendario, para quienes ayer no era un día cualquiera.
Las aglomeraciones en los accesos también se repitieron, especialmente para aquellos que accedían en coche, pero un dispositivo muy bien sincronizado permitía ordenar con éxito la numerosa afluencia de vehículos.
Antes de acceder al camposanto, muchas de las familias se detenían en alguno de los nueve puestos de flores que ofrecían sus servicios, especialmente demandados en una jornada como la de ayer. Algunos de estos puestos, los que ofrecían adornos con flores naturales eran muy requeridos y hubo momentos de colas.
Recuerdos y reencuentros
En el interior de la necrópolis era un día de contrastes: el silencio, las oraciones y el recuerdo frente a la sepultura de los familiares y amigos fallecidos daba paso, minutos más tarde, a animadas conversaciones y reencuentros en los que unos y otros se interesaban por la salud y la familia. Era un día de ojos hinchados y pañuelos arrugados entre las manos, pero también de sonrisas amables, de manos entrelazadas, de las que aprietan buscando reconfortar y brazos cariñosos por encima del hombro. Era día en que los mayores, con paso lento y mirada al suelo, se sostenían agarrados a hijas y nietos y se encontraban en su andar con chiquillos entretenidos con las piedras, con bebés en sus carritos y el eco de alguna que otra risa inocente que volvía a demostrarles que la vida, tozuda, siempre se abre paso.
Y, como no, el de ayer era el día de las escaleras. Había que limpiar nichos y cambiar flores, y por encima del tercer piso no hay quien pueda hacerlo sin ayuda de la escalera. Grupos de hombros, a cada pocos metros, se ofrecían para arreglar las sepulturas a cambio de unos euros.
El Ayuntamiento estimaba que en la jornada de Tots Sants pasarían por el cementerio unas 50 mil personas; de ahí que ayer se pusieran en marcha servicios especiales. Además del dispositivo de tráfico, que incluye la ampliación de la zona de aparcamiento y un autobús gratuito que comunica el camposanto con la Estació del Nord, emulando el recorrido de la línea 1, también se abrió el acceso para peatones por la zona este y por el Camí dels Monjos. En el interior del recinto había un servicio adaptado para el transporte de personas con dificultades de movilidad.
Hasta ayer también pudo visitarse en la carpa de la entrada la exposición "El simbolisme de les escultures exemptes", una iniciativa del Museu de Terrassa y de la empresa municipal Funerària de Terrassa para la difusión del patrimonio funerario egarense. Aunque ha habido visitas guiadas durante las últimas semanas, la organización facilita un mapa del cementerio con la localización de las obras escultóricas funerarias para que el visitante pueda hacer el recorrido por iniciativa propia.
Un reciente informe de la Asociación Empresarial del Seguro, Unespa, detalla que las distintas entidades aseguradoras de España se hicieron cargo el año pasado de 243 mil entierros, es decir, del 60% de los fallecimientos en España.
Seguro de decesos
Detrás del seguro del automóvil, el de decesos es la póliza más contratada por los ciudadanos. No en vano, 21 millones de personas de los 46,5 millones de residentes en el país están protegidas por una de estas pólizas. Representan el 44,5% de la población. Como en el mercado hay 8 millones de pólizas, existe una media de 2,6 asegurados por contrato, lo que refrenda el carácter familiar de este producto.
Los índices de suscripción más altos de este seguro se dan pasados los 45 años y, muy especialmente, en la vejez. No obstante, el seguro de decesos también está bastante presente entre los niños y la gente joven. Las tasas de aseguramiento entre los menores de 30 años oscilan entre el 20% y el 40%, aproximadamente.