Cientos de personas celebraron ayer en el Raval de Montserrat la proclamación de la república catalana y pidieron sin éxito la retirada de la bandera española del balcón municipal. A las 7 de la tarde, Òmnium Cultural y la ANC convocaron una concentración festiva a la que se sumaron seguidores de ambas entidades, los miembros del Comité per la Defènsa del Referèndum, que desde las 4 de la tarde celebraban la DUI en el centro, y numerosos ciudadanos dispuestos a convertir el Raval en una fiesta.
Con la música de LluÍs Llach y Raimón de fondo, los concentrados intercambiaron abrazos, corearon “L’Estaca”, descorcharon cava y aplaudieron los pilares levantados por miembros de las collas castelleras.
A la concentración se sumaron los concejales de ERC -Isaac Albert, Carles Caballero y Pep Forn-, del PDeCAT -Miquel Sàmper- y de la CUP -Maria Sirvent-. Todos brindaron por la república catalana junto a los presidentes de Òmnium, Xavier Ordeix, y la ANC, Mario Soria.
Estos últimos fueron los encargados de dar lectura a la declaración de independencia votada horas antes en el Parlament de Catalunya, un texto que desató la euforia de los presentes, coincidiendo con las referencias a la proclamación de la república.
“Entre todos hemos hecho mucho trabajo”, dijo Xavier Ordeix a los congregados, ante quienes tuvo un recuerdo para Muriel Casals, presidenta de Òmnium fallecida en accidente. “Como decía Muriel, el sueño somos nosotros”, recordó.
Ordeix se sumó ayer a las llamadas al civismo que durante la tarde hicieron dirigentes políticos y entidades. “Tendremos que defender la república con perseverancia, con pacifismo y con civismo. Estas son nuestras consignas”.
Libertad Sànchez y Cuixart
El orador reivindicó la excarcelación de Jordi Cuixart y de Jordi Sànchez, presidentes nacionales de Òmnium y de la ANC, y el recuerdo a ambos dirigentes sociales provocó el grito unánime de “¡libertad!. A partir de ese momento, Ordeix invitó a los presentes a “hacer una república en la que todos se sientan bien, acogidos”.
Tras la lectura de la declaración de independencia, un joven tomó la iniciativa de entonar Els Segadors y todo el Raval se sumó al canto colectivo. La celebración institucional culminó con un todos los concentrados proclamando al unísono que “queda declarada la república catalana”.