El abuelo, su esposa y la nieta dormían en el sofá en el domicilio de la menor. Aquella noche del 2016, no hace ni un año, el abuelo, presuntamente, toqueteó a la nieta. Ella tenía 14 años. Él está acusado de abusos sexuales. La fiscal pide una pena de cinco años de prisión, cinco años más de libertad vigilada y una orden de alejamiento.
El juzgado de instrucción número 1 de Terrassa investigó los hechos, cuyo enjuiciamiento se derivó a la Audiencia Provincial de Barcelona. La sección 21 del órgano judicial barcelonés tiene previsto juzgar el caso el próximo lunes.
"Los hechos narrados son constitutivos de un delito de abusos sexuales a menor de 16 años de edad", indica el Ministerio Fiscal en sus conclusiones provisionales.
Y los hechos narrados son estos. El procesado, a la sazón de 79 años, se encontraba en casa de su hijo. Allí pernoctó las noches del 26 y el 27 de noviembre.
El acusado dormía con su esposa y con su nieta, que había cumplido los 14. Los tres se encontraban en un sofá. Eran las tres de la madrugada cuando la joven notó que alguien la tocaba por encima de los pantalones. Según el Ministerio Fiscal, el abuelo le hizo tocamientos en la zona vaginal y la menor se despertó. Y retiró la mano al acusado para que no continuase. La muchacha volvió a dormirse.
La tregua duró unos minutos. La acusación afirma que el procesado actuó de nuevo, "con el mismo ánimo libidinoso y de satisfacción sexual" de antes. Volvió por sus fueros, pues, y tocó de nuevo a su nieta en la parte vaginal, también por encima de los pantalones. La reacción de la adolescente fue idéntica a la primera: se despertó y retiró otra vez la mano del abuelo "para que no continuara con los tocamientos". Al final, la menor se marchó del sofá, afirma la fiscal. Y así dio fin a aquello.
El Ministerio Público formuló su escrito de acusación en febrero pasado, apenas tres meses después de los hechos. En su calificación, la fiscal reclama al tribunal que imponga al acusado una pena de cinco años de prisión y un periodo de la misma duración de libertad vigilada. También, que los magistrados prohíban al encausado acercarse a menos de mil metros de la víctima. De ella, de su domicilio, de su centro de estudios "o de cualquier otro lugar" donde la joven se encuentre. Tampoco podrá comunicarse con su nieta.
La orden de alejamiento propuesta por la Fiscalía es por un periodo "que exceda en cinco años a la pena de prisión que se imponga". La acusación pública solicita que el tribunal adopte medidas en el juicio para evitar "la confrontación visual y directa" entre el procesado y la adolescente.
LA INDEMNIZACIÓN
2.000 euros
La fiscal pide, además de la prisión, la libertad vigilada y el alejamiento, que el acusado pague 2.000 euros a la menor como indemnización "por los perjuicios morales y psicológicos sufridos"