Terrassa

El tiempo no pasa para OBK 

La programación musical de la nueva etapa de Faktoria d’Arts comenzó hace ya unos días pero el de OBK fue el primero de los conciertos de relumbrón de esta nueva era. La expectación era obvia y también las incógnitas. ¿Cómo iba a responder el público? ¿Qué tal se le da a la banda tener veinticinco años a sus espaldas?

Precisamente Faktoria ha sido un escenario por el que han pasado bastantes proyectos veteranos, renovados, transformados o reactulizados, y siempre ha habido un resquicio para la nostalgia, para el reencuentro con un pasado y con una banda sonora que para muchos siempre fue mejor.

Algo de eso podríamos haber esperado del concierto de OBK, a un público desubicado, buscando el eco de una juventud que ya no está. Pero la sorpresa fue -incluso para el propio Jordi Sánchez- que nada de eso hubo; ni añoranza, ni desconcierto, ni decepción… más bien todo lo contrario.

Desde el primer minuto la entrega de la audiencia -de toda la audiencia-, fue total. Unas cuatrocientas personas se dejaron llevar por el espectáculo de principio a fin, se dejaron envolver por las bases electrónicas de su propuesta electropop, partiendo de "La contraseña" y fondeando en piezas que resumen los 25 años de historia de este grupo unipersonal (que la mayor parte del tiempo fue un dúo) con una música vestida de trabajadas proyecciones y un juego de luces muy eficaz.

Música aún fresca
La frescura que aún destilan piezas como "Tú sigue así", "Oculta realidad", "Quiéreme otra vez", "Siempre tú", "Falsa moral", "La princesa de mis sueños", "Lucifer", "El cielo no entiende" o incluso la contundencia de "Revolución", con poderosas guitarras, favorecieron que fuera a más la incondicional, e incombustible, entrega del público.

El trío brindó tres partes del concierto bastante bien diferenciadas, con una especie de paréntesis central que estuvo orientado a aquellas piezas más lentas.

Para el final, y muy especialmente en los bises, el clímax comenzó con la particular versión del "Personal Jesus" de Depeche Mode -irrefutable referente principal del grupo-, para acabar con "Historias de amor", primer gran éxito de OBK y aún hoy una de sus canciones más representativas, prácticamente la base de su ADN como grupo.

A todo esto, Jordi Sánchez se mostró enérgico, entusiasta, entregado y agradecido por la respuesta, dando a entender que no esperaba encontrarse ante una audiencia tan devota. Su melódica voz no se escuchó con la pulcritud necesaria, pero el cantante y único líder de la formación sí dio muestras de una aptitud intacta.

OBK
Jordi Sánchez (composición y voz), Sergi Pérez (teclados y producción), y Mario Cea (guitarras). Sábado, 21 de octubre. Faktoria d’Arts.

To Top