El pleno ordinario previsto inicialmente para mañana, en el que también debían debatirse las ordenanzas fiscales para 2018, se ha pospuesto hasta el martes, 31 de octubre.
A diferencia de lo sucedido en septiembre, cuando el pleno se anuló, en esta ocasión se ha aplazado al último día del mes para no volver a incumplir el Reglamento Orgánico Municipal (ROM) y poder dar trámite a algunos asuntos de gestión que no pueden dilatarse más. Los motivos del aplazamiento son los mismos que hace un mes: la situación de "excepcionalidad que vive Catalunya".
Para mañana, está prevista la celebración de un pleno en el Parlament de Catalunya, donde podría aprobarse la declaración unilateral de independencia y cabe la posibilidad de que se convoquen movilizaciones; acontecimientos que los partidos soberanistas no querían que coincidieran con el pleno ordinario de Terrassa.
Por amplia mayoría
Fue ERC, PDeCAT y CUP quienes propusieron el aplazamiento, respaldado por PSC y TeC, pero, criticado por C’s y PP, que están en contra de paralizar la actividad política e institucional del Ayuntamiento "por la agenda independentista".
La comisión informativa sobre ordenanzas fiscales que el lunes no se celebró se ha fijado para mañana por la tarde.