La militancia del Partit Demòcrata de Catalunya (PDeCAT) valorará el lunes por la tarde si rompe el pacto del gobierno con el PSC en Terrassa. El apoyo del PSOE a la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya dejará a los concejales del PDeCAT "sin argumentos para mantener un acuerdo político que ha sido sólido, positivo y leal", comenta Miquel Sàmper, portavoz municipal. Pendientes de lo que decida esta misma mañana el Consejo de Ministros extraordinario, los soberanistas convocan a sus bases para analizar la última hora de los acontecimientos y, si procede, pasar a la oposición en Terrassa.
La asamblea será el lunes a las 6,30 de la tarde. Sàmper explica que la militancia del partido "está muy irritada" por los últimos acontecimientos políticos y tanto las bases como el entorno soberanista "presionan. No encajaron bien el pacto en su momento y ahora las reticencias vuelven a acentuarse". Cualquier decisión sobre la ruptura del bipartito se someterá el lunes a votación. De momento "la asamblea se convoca para valorar y si procede votar".
A mediados de semana Miquel Sàmper ya apuntaba que "cada vez resulta más difícil mantener el pacto" en la ciudad, donde la evolución de los acontecimientos políticos sitúa a los concejales independentistas en una posición incómoda. "El PSOE nos lo está poniendo muy difícil y la supresión de la autonomía catalana no nos da opción. Hemos contenido la presión en la calle, la de la militancia, y ahora la decisión está en manos de la asamblea".
A prueba de mociones
Si el PDeCAT decide poner fin al bipartito en la ciudad lo hará a pesar de la buena relación que mantiene con su socio, un acuerdo a prueba de mociones de censura. En septiembre, los concejales independentistas rechazaron sumarse a una mayoría alternativa en el gobierno municipal impulsada por ERC-MES, una operación inviable sin el apoyo de los tres concejales del PDeCAT.
Ahora, la militancia del Partit Demòcrata puede abrir la puerta a un cambio en la composición del ejecutivo local, aunque sea a pesar de la buena relación entre los socios, insiste una vez más Sàmper.
"El problema es el PSOE -reitera-. El alcalde Jordi Ballart acordó la apertura de colegios y facilitó la cesión el 1-O, no impidió la celebración de actos de campaña en la vía pública y el 3 de octubre estuvo entre el conseller Josep Rull y yo en la manifestación contra la violencia policial. Es justo reconocer su actitud y su compromiso personal". En ese contexto, "si hace un gesto convincente, personalmente defenderé continuar con el pacto de gobierno en Terrassa".
Hace tres semanas, Ballart anunció en una entrevista que rompería el carnet y dejaría la alcaldía si PSOE y el PSC apoyan la aplicación del artículo 155 en Catalunya. De momento el primer edil no ha querido hacer declaraciones, a la espera de que se concrete el alcance de la intervención en la administración autonómica por parte del Estado y de que su partido se posicione de forma clara.
Sea cual sea su decisión, el PSC puede enfrentarse los próximos meses al reto de gobernar en solitario y en minoría. Tiene 9 concejales en un pleno de 27.
Ayer, Miquel Sàmper no desveló si su partido estaría dispuesto a apoyar una moción de censura en caso de pasar a la oposición, aunque todo apunta lo contrario. "Es algo que no nos hemos planteado", dice, para inmediatamente dejar claro que "si rompemos, rompemos. Pero intentaremos que las políticas impulsadas salgan adelante. Que el Partit dels Socialistes siga en el gobierno no implica que debamos trinchar las políticas de un gobierno del que hemos formado parte".