Semana relevante para el director teatral egarense Miquel Gorriz con la presentación de dos montajes que lidera. El primero de ellos es “Art”, de Yasmina Reza, que se presenta este sábado en el Teatre Principal con doble función y con un cartel de lujo compartido por Pere Arquillué, Francesc Orella y Lluís Villanueva. El segundo es “El metge de Lampedusa”, una obra protagonizada por Xicu Masó y que hoy sube en el Espai Lliure tras el éxito cosechado el día de su estreno en la Temporada Alta de Girona. Gorriz habla en esta entrevista de las dos obras y elogia el trabajo de los actores, especialmente de Arquillué y Masó con los que mantiene también una larga relación de amistad.
“Art” acaba de iniciar la gira por Catalunya y llega este sábado al Teatre Principal de Terrassa. ¿Prevé el éxito que tuvo en Barcelona?
Sí, por ahora. Esta comedia de Yasmina Reza que reflexiona sobre la amistad y la condición humana sigue triunfando en el escenario. Estuvo seis meses en cartel en el Teatre Goya de Barcelona y prácticamente llenó a diario. Y ahora está disfrutando de una gira preciosa por Catalunya donde la recepción del público es muy buena. Y la idea es volver al Goya en abril de 2018 y estar allí hasta las vacaciones de verano. Sería el punto final.
No es muy habitual que un montaje goce de tanto recorrido.
No, esta obra se ha convertido en un regalo y hay que aprovecharlo. La clave está en el texto y sobre todo en la interpretación. Hay tres actores, Pere Arquillué, Francesc Orella y Lluís Villanueva, que son tres fenómenos y que defienden con todo su saber la magnífica comedia de Reza.
Los tres tienen muchas tablas y transmiten mucha complicidad
Así es. La semana pasada celebramos la función número doscientos. Es un aniversario fantástico pero hay que ser modesto y no fiarse. Los actores sabemos que cada día es una nueva función y un nuevo público y, por lo tanto, cada función debe ser viva. No vale salir como un autómata, no tendría sentido.
El montaje de “Art” era un viejo sueño que compartía con el actor Pere Arquillué, tal como indicó a propósito de su estreno en Barcelona.
Sí. Era una asignatura pendiente. A mí me gusta emprender proyectos con actores que comparten mis inquietudes. Con Arquillué hay una relación profesional y también de amistad. Pasa igual con Xicu Masó que protagoniza “El metge de Lampedusa”. Es un privilegio trabajar con ellos. Con Masó, además, hay intercambio de papeles . A veces el es el director y yo el actor, y a la inversa. Es algo insólito pero a nosotros nos funciona de maravilla. Con Arquillué y Masó ya llevamos varios espectáculos y esto comporta que la labor sea más fácil. Hay un conocimiento, un código común que nos permite entendernos rápidamente. Trabajar con ellos es muy gratificante.
Con Masó acaba de estrenar “El metge de Lampedusa” en la Temporada Alta de Girona y hoy lo hará en el Espai Lliure de Montjuïc.
El estreno tuvo muy buenas críticas del público y crítica. Es una obra totalmente distinta. Es un drama pero me apetecía mucho después de llevar a cabo la comedia de Reza. Es un monólogo sobre el drama de los inmigrantes interpretado por Masó basado en la novela “Llàgrimes de sal”, que cuenta el relato de Pietro Bartolo, un médico que hace más de treinta años que vive en Lampedusa y que ha dedicado estos últimos años a ayudar a los refugiados.
¿Cómo ha planteado la dramaturgia?
Como un viaje. Nos adentramos en el ambulatorio donde el médico, que recae en Xicu Masó, explica su labor. Es un doble relato porque cuenta historias de las diferentes personas refugiadas que asiste pero también los sentimientos y sensaciones que le causan. Hace pública una doble intimidad, la de los inmigrantes y la suya propia.
El tema de los desplazados es, lamentablemente, de mucha actualidad.
Es una obra que apela directamente a lo que sucede día tras día. Es un problema terrible. Y por ahora no parece que vaya a reducirse ni a solventarse. Habría que impulsar medidas para gestionar este asunto y dar una salida humana y digna. Nosotros vemos el drama de lejos. Hay que tomar conciencia de que detrás de los números hay personas, hay vidas. No podemos quedarnos al margen ni aislarnos. Es una catástrofe.
¿Es su primer texto de no ficción?
Sí, así es. Está basado en una novela de la periodista Lidia Tilotta y Anna Maria Ricart ha realizado la adaptación para el teatro. Profesionalmente ha sido un reto muy interesante. Es una historia real por lo que había que pensar cómo explicarla con el máximo respeto y pudor sin caer en el tremedismo.
¿Ha tenido la oportunidad de conocer al médico de Lampedusa?
No. Habíamos planeado un viaje pero nos dijo que no estaba muy bien de salud. Xicu Masó, el actor, si que le conoció porque asistió a una conferencia que dio Pietro Bartolo en Barcelona. De hecho, este fue el punto de partida para empezar a trabajar en el montaje.
La comedia “Art” está teniendo larga vida. ¿Qué le gustaría para “El metge de Lampedusa?”
Esperamos que tenga buena acogida porque aborda un tema que conecta con la realidad, que es interesante e internacional, por lo que puede interesar a muchos públicos. Es un texto que expone y que provoca la reflexión.
¿Cuenta con más proyectos en cartera?
Sí, seguimos de estreno. La próxima semana, el día 25, estrenamos, con Pau Monterde, la ópera “Cosí fan tutte”, de Mozart, con Amics de la Ópera de Sabadell en el Teatre La Faràndula de esa ciudad.