Terrassa

Las fronteras inspiran una exposición de Andrea Allen

Andrea Allen es una pintora y escultora nacida en Buenos Aires en el año 1967 que ayer se convirtió en la gran protagonista de la nueva exposición programada en el Centre Cultural Terrassa. La gestora cultural Vera Ravera es la comisaria de esta propuesta que ha traido a Terrassa a una pintora en la actualidad afincada en su país natal, pero que hace once años vivió durante casi un lustro en Barcelona.

Ravera se encargó de presentar a la protagonista de la exposición subrayando que este mismo año ha ofrecido una muestra en el centro cultural Borges de Buenos Aires, el centro de dibujo contemporáneo más importante de Argentina. También ha trabajado como asistente de uno de los artistas de más relevancia de Argentina, Luis Felipe Noé, para una de sus exposiciones en el Museo Nacional de Buenos Aires. En paralelo a su actividad artística, es también profesora de escultura y dibujo en la escuela de bellas artes Carlos Morel.

Ravera cuenta que Allen "crea obras a partir de la mancha; muestra, quita y superpone a partir de la improvisación." Añade que "trabaja a partir de territorios, personas que se mueven"; de ahí el título de la exposición, "Trasllats fronterers." Confiesa la comisaria sentirse plenamente identificada con esta temática, "llevo quince años aquí (es también argentina) y me llega mucho la obra, la siento muy mía."

Para Andrea Allen, este tema no es nuevo: "llevo trabajando desde 2011 en el tema de los territorios", explorando "en formas irregulares, continentes, masas que se mueven, volúmenes que se modifican"… Es su forma de mostrar "fronteras que van cambiando y modificándose."

Cuadros coloristas
Sus cuadros son muy coloristas, y en esta exposición están perfectamente diferenciados en dos partes. El primer bloque corresponde a los cuadros, todos en acrílico sobre tela, que pintó en 2015. La segunda muestra los cuadros más recientes, de 2017, que combinan las técnicas de acrílico y sintético.

Allen parte de la improvisación para ir configurando cuadros que incorporan "quiebros, roturas, como los mundos que se rompen, que se separan, como las fronteras que llegan a un lugar y luego se modifican y superponen."

Sus fuentes de inspiración están también en las migraciones, en los traslados fronterizos… Pese a ser una obra abstracta, de vez en cuando aparecen figuraciones con las que le da mayor fuerza, si cabe, a su discurso.

En sus cuadros su mirada tanto puede ser frontal o desde el aire, y en los cuadros de 2017, se salta los límites del lienzo para realizar cortes irregulares simulando ríos o fronteras políticas, o las bien las formas de los países. También en estas obras recientes incorpora una nueva paleta de colores diferente a los rojos y anaranjados que predominan en la época de 2015, con los que quiere dar idea de violencia o de que algo se incendia, algo de lo que hay que escapar o por lo que hay que pedir ayuda.

Con su obra la artista quiere dar una idea de un "mundo indefinido y contradictorio", con "construcciones y deconstrucciones", silencios y figuras geométricas que elabora en parte a partir de manchas realizadas con trapos o plásticos.

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