Terrassa

El Raval clama por la libertad de Jordi Cuixart y Jordi Sànchez 

El Raval de Montserrat volvió a convertirse ayer en el escenario de la respuesta popular frente al Estado, después de que la magistrada Carmen Lamela ordenara el lunes el ingreso en prisión preventiva y sin fianza para los líderes de la ANC, Jordi Sànchez, y de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, a los que acusa de un presunto delito de sedición. Cientos de personas acudieron a la convocatoria de las 8 de la tarde en Barcelona y en todas las ciudades catalanas, también en Terrassa, para exigir la puesta en libertad de los apresados.

Provistos de velas y carteles con el lema "Llibertat Presos Polítics", los manifestantes enviaron a los detenidos el mensaje "no estáis solos", lanzaron proclamas por la "libertad" y la "independencia" y cantaron "els Segadors".

La manifestación arrancó a las 7 de la tarde de cuatro puntos distintos de la ciudad (plazas de Catalunya, de Can Palet, de L’Aigua y de l’Assemblea de Catalunya) para confluir a las 8 en el Raval de Montserrat, donde se sumaron a la protesta concejales de ERC, la CUP, el PDeCAT, TeC y el PSC.

En el momento cumbre de la concentración, los presidentes locales de la ANC y de Òmnium, Mario Soria y Xavier Ordeix, dieron lectura al manifiesto elaborado por la Taula per la Democràcia, en el que se acusa al Estado de haber "cruzado todas las líneas rojas" con el encarcelamiento de Sànchez y Cuixart, un ataque "al derecho de manifestarse, un derecho básico en democracia".

"Las entidades no hemos cometido ningún delito", reza el manifiesto, y si ellas no lo han hecho, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart tampoco. En un gesto de complicidad con los líderes detenidos, la Taula per la Democràcia lanzó un mensaje al Estado: "Si los apresáis, nos apresáis a todos".

En apenas media hora los organizadores dieron por concluida la concentración, pero los manifestantes se resistían a abandonar el Raval, que durante muchos minutos se convirtió en un escenario de corrillos, donde se debatía sobre la última hora del conflicto entre Catalunya y España.

"El Estado ha optado por la represión mientras aquí tendemos la mano. Está claro que nos empuja a la DUI", comentaba Mertixell, una universitaria de 24 años. A pocos metros, un informático de 56 años hacía su lectura particular de la situación: "Parece que se haya infiltrado un independentista ultra en el gobierno de Rajoy , porque cada vez que el Govern pasa un mal momento vuelve a darle oxígeno. Ahora, con una Fiscalía dispuesta a enviar a prisión a todo el independentismo".

Durante el día de ayer varias voces se alzaron en la ciudad contra el encarcelamiento de los líderes de la ANC y Òmnium. El alcalde de Terrassa Jordi Ballart, que por la mañana participó en la concentración pero rehusó hacer declaraciones públicas, calificó en redes sociales la orden de prisión como "un grave error que impide el diálogo. ¡Qué poca inteligencia! Así, no. A prisión por ideología mientras algunos corruptos siguen libres".

Los presidentes locales de ANC y Òmnium mostraron la consternación que invade sus entidades desde el ingreso en prisión de sus líderes.

"Estamos dolidos -explicaba ayer Xavier Ordeix-. Especialmente tras comprobar que las detenciones estaban previstas, después de los comentarios que se escucharon en el desfile del pasado 12 de Octubre, donde se daban por hechas el lunes dos prisiones y una libertad", la del major Josep Lluis Trapero".

Mario Soria, de la ANC, cree que se han activado "los mecanismos del Estado contra las voces y las ideas". El líder se suma a quienes exigen la libertad de "los primeros presos políticos del Estado español en democracia" y apela a la Europa comunitaria, "a la Europa del bienestar, que aprisiona políticos y expulsa refugiados. Una Europa que nos está dando la espalda".

Junto a las entidades soberanistas, algunos colectivos se sumaron ayer a la denuncia. Es el caso del profesorado del instituto Montserrat Roig, que ayer exigía la liberación de Sànchez y Cuixart y defendía públicamente el papel que jugaron el 20 de septiembre, invitando a los manifestantes a actuar de manera cívica y pacífica. "Ejercieron el liderazgo que les ha caracterizado los últimos años justo para calmar los ánimos de los concentrados", afirman.

Los profesores del Montserrat Roig creen que las detenciones "responden a una estrategia orquestada por el Gobierno central para reprimir la libertad de acción, la libertad ideológica y política y la libertad de expresión" e invitan "a la comunidad educativa a sumarse a nuestra condena y a nuestra exigencia".

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