Terrassa

El arrepentido que permitió el hallazgo de un alijo con 185 kilos de hachís

Ya había sido condenado por un tribunal italiano a cuatro años de prisión por tráfico de drogas. Acaso por haber estado ya entre rejas, quizás por otro motivo, un hombre se presentó en una comisaría de los Mossos d’Esquadra para una declaración voluntaria; para admitir que dos hermanos, de origen marroquí, le habían encargado ir a Málaga a recoger un envío de hachís. Ya lo había hecho otras veces para los mismos individuos. Corría julio del 2014 y la confesión del arrepentido puso a los Mossos d’Esquadra sobre la pista de un grupo de narcotraficantes y activó un operativo que se saldó con la aprehensión de un alijo de hachís en Terrassa, según un escrito de la Fiscalía. Los mossos decomisaron en un piso y unos trasteros del Centre más de 185 kilos de esa droga. La Audiencia Provincial tiene previsto juzgar a ocho personas por este caso. Y uno de ellos es el hombre que dio pie a la operación.

El fiscal reclama para él, sin embargo, una pena mucho menor que para el resto de acusados: veintiún meses de prisión y multa de 47.000 euros. Para los otros pide penas que oscilan entre los cuatro y los siete años y seis meses de cárcel.

Viaje a Málaga
La investigación arrancó el 17 de julio del 2014 con la confesión, con las palabras del acusado ante los mossos, con su explicación de que dos personas, hermanos, marroquíes, le habían encargado viajar a Málaga para la recogida de hachís. Los mossos montaron un dispositivo y dos días después lo ejecutaron. Eran las 2.40 de aquel 19 de julio cuando los agentes observaron dos vehículos en el punto kilométrico 54 de la carretera C-17, en el término de Malla (Osona).

Uno de los coches lo conducía el arrepentido, que se paró en el control y fue arrestado. El otro automóvil se dio a la fuga de manera aparatosa: embistió a los vehículos policiales e hirió a uno de los agentes, que sufrió una cervicalgia. Dos coches policiales resultaron dañados. El conductor escapó a pie, no así su acompañante, que acabó detenido. En el coche del colaborador con la policía se encontraron 59,442 kilos de hachís y dos teléfonos. En el otro turismo, que el conductor huido dejó en el lugar de la colisión, los mossos hallaron tres móviles.

Las intervenciones de los teléfonos devinieron cruciales para el desarrollo de las investigaciones, pues permitieron controlar a los contactos de los detenidos y el huido. Y así supieron los mossos que unos meses después, el 17 de octubre, uno de los acusados, de nacionalidad española, se había ofrecido a otros miembros del grupo para un nuevo transporte de droga. El 20 de octubre, él y otro individuo, en dos coches distintos, se marcharon para recoger unos 110 kilogramos de hachís que luego, ya de vuelta, fueron guardados en un piso y dos trasteros de Terrassa, en el Centre.

Las pesquisas, tuteladas por un juzgado de instrucción de Vic, se precipitaron y la policía entró en dos domicilios de Terrassa. En uno, en Torre-sana, donde vivían dos de los acusados de origen marroquí, los agentes se incautaron de dos piezas de hachís con un peso total de 185 gramos y una riqueza del 21 por ciento, según el escrito del Ministerio Fiscal. También decomisaron una máquina de contar billetes, una balanza, un ordenador, llaves de coches, libretas y hojas con anotaciones y cinco teléfonos, "utilizados para contactar con los clientes y proveedores".

En el edificio del Centre que también registraron, los investigadores entraron en una vivienda y dos trasteros. Allí requisaron 185,260 kilos de hachís, añade la Fiscalía. La riqueza de la droga estaba entre el 21 y el 31 por ciento. Según el Ministerio Público, la sustancia procedía de, al menos, dos transportes. Los mossos confiscaron también un teléfono y 750 euros, "dinero procedente del tráfico ilícito".

Los acusados fueron cayendo en manos de la policía autonómica. A dos de ellos los entregaron las autoridades francesas. Cuando los apresaron portaban, respectivamente, 5.150 y 6.785 euros.

La Audiencia Provincial de Barcelona tiene previsto juzgar a los ocho procesados (dos españoles, seis marroquíes) en tres sesiones, hoy miércoles, mañana y el viernes. El Ministerio Fiscal considera los hechos constitutivos de delitos contra la salud pública, un delito de organización criminal y un delito de atentado. Este último se lo atribuye al conductor que embistió a agentes con su coche.

MULTAS 

4,4 millones

Las multas que reclama el fiscal ascienden, entre todos los acusados, a una cuantía de 4.477.000 euros. En los casos de cinco de los procesados la cifra es de 750.000 euros. A otro se le pide medio millón. Al arrepentido que motivó la investigación, 47.000

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