Terrassa

Manifestación masiva contra el PP y la violencia policial

Miles de egarenses se manifestaron ayer por la mañana por las calles del centro de Terrassa para expresar su rechazo a la actuación policial del domingo, que se saldó con casi 900 heridos, y a la política del Gobierno del PP. Fue uno de los actos más multitudinarios de la jornada de huelga general, para unos, y paro de país, para otros, convocada ayer en Catalunya como repulsa a la violencia ejercida por la Policía Nacional y la Guardia Civil para impedir la celebración del referéndum del 1 de octubre. La gran amalgama de personas que se unieron a la protesta a lo largo de la mañana convirtieron la manifestación en una de las más numerosas que se recuerdan en Terrassa.

La protesta arrancó con la movilización, principalmente, de los estudiantes, que a primera hora de la mañana se dirigieron a la autopista C-58 para cortar la vía al tráfico. La barrera formada por los manifestantes provocó largas colas en la principal vía de acceso a Terrassa y de conexión con Barcelona y con el interior de Catalunya. Allí estuvieron más de una hora.

Alrededor de las once de la mañana, la manifestación se dirigió hacia el centro de la ciudad. A su paso por la Rambla eran muchos los comercios que decidían bajar la persiana, pero, al poco se recuperaba la actividad. De hecho, una de las estampas en ese momento era la de ciudadanos en las cafeterías observando el paso de los manifestantes. La marcha siguió hacia el interior del centro peatonal, pasando por la Plaça Vella y la calle de Sant Pere. De vuelta a la Rambla, a esta manifestación se unieron otras protestas convocadas por varios institutos.

Hasta ese momento, la manifestación era multitudinaria, pero en la sede del PP, a las doce del mediodía, se unieron miles de egarenses más. En ese punto de la Rambla, el Comité en Defensa del Referèndum (CDR), compuesto por la CGT, COS, sindicatos de estudiantes, la CUP y movimientos sociales de la izquierda independentista, había convocado una protesta que ayer corrió como la pólvora en grupos de whatsapps y redes sociales.

Sede del Partit Popular
Un cordón formado por una quincena de Mossos d’Esquadra y seis coches de policía protegía la sede de los populares en Terrasa. La manifestación, que en todo momento se desarrolló de forma pacífica, incluyó cánticos contra el PP y una sonora pitada. Los organizadores colocaron una urna con papeletas y claveles, al tiempo que gritaban "Las calles serán siempre nuestras", uno de los himnos más coreados estos días y que ayer marcó la protesta en Terrassa.

En ese punto la manifestación ralentizó el ritmo, que los organizadores trataban de reemprender recordando que había que continuar. La riada de gente que ahí ya se había sumado a la manifestación (de gente joven, principalmente, hasta ese momento) hacía imposible localizar de un vistazo la cabecera y la cola de la marcha. Tal era la multitud, que cuando los primeros manifestantes habían llegado ya a la comisaría de la Policía Nacional, en la calle de Baldrich, (que fue la siguiente parada), muchos otros seguían aún en la Rambla.

La marcha dejó escenas curiosas, como los aplausos mutuos que se dedicaron los manifestantes y un grupo de abuelas de la residencia Sant Josep Oriol que estaban asomadas al balcón.

A la llegada a la calle de Baldrich, otro grupo de agentes de los Mossos d’Esquadra y varios coches patrulla se encontraban ya protegiendo la comisaría de la Policía Nacional, que permaneció abierta durante el largo rato que duró la movilización. Allí también se unieron miembros de la ANC local y de partidos independentistas, que habían convocado expresamente a una concentración frente a la sede policial, aunque a lo largo de la mañana hubo mensajes confusos donde parecía que se desdecían de tal convocatoria.

En varios momentos, los manifestantes mantuvieron un minuto de silencio con los brazos en alto, que acababa con sonoros aplausos. A pesar de que algunos temían la tensión que en ese punto pudiera desatarse, la movilización siguió sin incidentes. Incluso hubo miembros de la organización que reprocharon a un manifestante que lanzara papeletas al aire sobre el cordón policial formada por agentes de los Mossos d’Esquadra. De nuevo, la urna con claveles rojos a las puertas de la comisaría presidió la protesta.

Fraternidad hacia los Mossos
Las consignas contra las fuerzas de seguridad del Estado y a favor de la independencia fueron constantes. "Nunca olvidaremos vuestra represión", "1 de octubre, ni olvido, ni perdón", "Fuera las fuerzas de ocupación" o "Fuera, fuera, fuera la bandera española" iban siendo coreadas por los miles de egarenses que pasaban por delante de la comisaría.

El resentimiento hacia la Policía Nacional contrastaba con la fraternidad con la que ayer se trató a los Mossos d’Esquadra. "Los Mossos son nuestra policía" o "Vivan los Mossos" resonaban con frecuencia en la calle de Baldrich, como habituales fueron los gestos de agradecimiento hacia la policía autonómica.

Poco después de la una del mediodía, el gran grueso de manifestantes conseguía llegar a la Plaça Nova, punto final de la protesta que inundó las calles del centro durante más de tres horas.

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