La mitad de los pacientes con migraña se automedica con analgésicos sin receta, alerta la Sociedad Española de Neurología (SEN), y esa mala praxis, junto a la falta de diagnóstico y tratamiento, provoca un aumento de los casos de migraña crónica en un 3 % cada año.
La sociedad médica calcula que podrían existir más de un 40 % de pacientes sin diagnosticar. En España, uno de cada cuatro pacientes que sufren de migraña nunca ha consultado su dolencia con el médico.
Los últimos estudios apuntan a que podrían existir más de 5 millones de afectados en todo el país y que 1,5 millones la sufren de forma crónica.
Además, la migraña es una enfermedad muy incapacitante, de tal forma que más de un 70 % de los pacientes con migraña presentan una discapacidad grave y un 14% una discapacidad moderada.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera como una de las diez principales causas de discapacidad. Según Patricia Pozo Rosich, Coordinadora del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología, a pesar de la prevalencia y de la discapacidad que provoca, "continúa siendo una enfermedad mal tratada y poco diagnosticada".
Actitud conformista
"Las razones principales de esta falta de diagnóstico y tratamiento se debe a que muchos pacientes se conforman con la enfermedad que padecen, no saben que existen buenas opciones de tratamiento o incluso no acuden al especialista adecuado, lo que hace que la migraña sea una de las enfermedades por las que los españoles más se automedican", señala la doctora.
Se calcula que alrededor de la mitad de los pacientes con migraña se automedican con analgésicos sin receta.
Este hecho, unido a la falta de diagnóstico y tratamiento, así como a otros factores como el sobrepeso, la depresión o los trastornos de sueño, hace que, cada año, un 3 % de los pacientes con migraña cronifiquen su enfermedad y que un 6 % pase de tener una migraña episódica de baja frecuencia a una de alta frecuencia.
"Hay que tener en cuenta que cualquier migraña puede reaparecer de manera crónica o aumentar la frecuencia de las crisis si el paciente no toma las medidas adecuadas para contrarrestar sus efectos y el primer paso para ello es diagnosticar la enfermedad", advierten los neurólogos.